Maldita la gracia que a uno le hace Berlusconi,
pero después de ganar, eso dice la izquierda:

"Abrazamos a nuestros hermanos gitanos y musulmanes"

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NOVOPRESS (Milán).- La izquierda italiana ha triunfado en las elecciones municipales del pasado domingo, en una votación que tenía valor de test nacional y que, en opinión de la mayoría de los comentaristas, marca el final de la era Berlusconi. La alcaldía de de Milán, ciudadela histórica del centro-derecha, cayó en manos de la izquierda después de una dura campaña entre la actual alcaldesa, Letizia Moratti (PDL, el partido de Berlusconi, aliado con la Liga Norte), y su oponente, Giuliano Pisapia, que se presentó al frente de una gran coalición (socialistas, comunistas, ecologistas de izquierda). Pisapia ganó con una amplia mayoría del 55,1% de los votos. 

Berlusconi, Moratti y sus aliados habían centrado su campaña en los peligros que representaba una victoria de la izquierda, denunciando el proyecto de Pisapia de autorizar la construcción de una gran mezquita, así como la libre instalación de campamentos de gitanos, al tiempo que denunciaba sus vínculos con la extrema izquierda. A pesar o debido a una retórica muy alarmista, no lograron convencer al electorado. La izquierda ridiculizó eficazmente tales advertencias como meras fantasías. En un vídeo satírico colgado estos días, “Il favoloso mondo di Pisapie” y visto por 500.000 personas sólo en YouTube, se muestra a un elector que no sabe por quién votar mientras piensa en lo que podría pasar si Milán estuviera bajo la izquierda: una ciudad totalmente entregada a los inmigrantes, drogadictos y homosexuales, donde acuden los inmigrantes ilegales, los comerciantes hablan en árabe, los coches son robados...
 
El PDL se encuentra en Italia en el mismo estado de desgaste e impopularidad que la UMP de Sarkozy en Francia. Un escándalo relativo a permisos de construcción en el centro de Milán a favor del hijo de Letizia Moratti, que ha construido un loft de lujo en con un puente levadizo sobre una piscina, representó un gran daño para la actual alcaldesa.
 
Por otra parte, Berlusconi había declarado curiosamente a principios de este mes: “No debemos temer la llegada de algunos miles de personas”. No resulta muy creíble, después de esto, intentar alertar a la población sobre los problemas derivados de la inmigración y la inseguridad.
 
Todos los que se han reído viendo “Il favoloso mondo di Pisapie” puede, sin embargo, ahora corre, sin embargo, el riesgo de tener malas sorpresas. Tan pronto como se anunciaron los resultados electorales, una de las grandes figuras de la izquierda italiana, el presidente de la Región de Puglia, Nichi Vendola, ex comunista convertido en presidente de ecologistas de inzquierdas (y que también se define como homosexual católico), se precipitó a Milán. Arengando a los activistas de izquierdas, congregados ante la catedral, declaró en medio de una gran ovación: “Abrazamos ahora a nuestros hermanos gitanos y musulmanes”. Ante lo cual, algunos periódicos han titulado: “Vendola se quita la careta”. Un periodista de izquierdas comentó irónicamente: “¡Suerte ha tenido Pisapia (el nuevo alcalde) de que Vendola haya efectuado tal discurso sólo después de las elecciones” .

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