Durante 2009 la Armada de Rusia está procediendo a incorporar los nuevos misiles Bulava-M, con capacidad de burlar el escudo antimisiles estadounidense DAM, en los submarinos atómicos de IV generación. Según el portavoz de la Armada, el capitán de navío Igor Digalo, las pruebas efectuadas durante 2008 transcurrieron con éxito.
Dichas pruebas se realizaron por el submarino nuclear estratégico Dmitri Donskoi, desde las aguas del Mar Blanco hacia el polígono Cura en la península de Kamchatka. Los lanzamientos se efectuaron en inmersión, alcanzando los misiles el blanco establecido en el plazo de tiempo previsto.
Los misiles Bulava- M (SS-NX-30, según la clasificación de la OTAN), de tres fases y propulsados por combustible sólido, constituyen el armamento nuclear estratégico que será emplazado en los submarinos de IV generación, clasificados por Moscú como proyecto 955, clase Borei.
Diseñados y construidos por el Instituto de Tecnología Térmica de Moscú, los misiles balísticos Bulava-M tienen un alcance de 8.000 kilómetros, portando diez ojivas nucleares de guiado autónomo. Según sus proyectistas, el misil Bulava-M, debido a su alta velocidad y a la capacidad de modificar su trayectoria durante la marcha, es prácticamente imbatible por los sistemas de defensa antimisiles existentes, incluso el escudo antimisiles estadounidense DAM que actualmente desarrolla el Pentágono.
Para desarrollar y experimentar el Bulava-M se modernizó el citado submarino nuclear Dmitri Donskoi, clase 941 Tifón (Tiburón según la OTAN), que se cuenta entre los más grandes del mundo, con 172 metros de eslora. Pero los Bulava-M serán instalados en los de IV generación, de los que el primero de la serie, el “Yuri Dolgoruki”, se encuentra ya en pruebas, entrando en servicio activo este año 2009 y previéndose la construcción de siete submarinos antes de 2013. Al finalizar 2009 se entregará el “Alexandr Nevski”, y en 2011 el “Vladimir Nivomaj”.
La Marina de Guerra rusa cuenta al menos con 20 submarinos de las clases anteriores 971, 945 y 671 con capacidad de lanzar misiles crucero a través de los sistemas de disparo de torpedo. Pero los misiles de crucero rusos únicamente están dotados de cargas nucleares, y por esta razón no se pueden utilizar en guerras convencionales.
Los costes de los novísimos submarinos y misiles son cuantiosos y exigen enormes inversiones, según el vicealmirante Vladimir Vysotski, quien ha informado que dichos missiles actuarán en plena homologación con el sistema terrestre ruso más avanzado, el Topol-M.
El arsenal nuclear estratégico constituye una carga abrumadora, ya que requiere enormes recursos, y al mismo tiempo es imposible aplicarlo en casos concretos.