Cómo tomarse la memoria histórica con deportividad

El presidente de Ucrania llama a la reconciliación entre comunistas y nacionalistas

Olvídese de todo lo que ha visto usted en las películas. En 1941, cuando Hitler invadió Rusia, millones de ucranianos saludaron a los alemanes como libertadores. Muchos lucharon del lado alemán contra Moscú. Otros constituyeron un ejército nacionalista, la UPA, que combatió al mismo tiempo contra Berlín, contra Moscú y, después, contra Polonia. Al cabo, Ucrania vivió una guerra civil. La memoria de la UPA fue oficialmente condenada por el comunismo. Ahora el presidente Iuchtchenko intenta que comunistas y nacionalistas se reconcilien.

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EMC/Agencias (Madrid)

Ha sido durante las celebraciones por el sexuagésimo segundo aniversario del fin de la segunda guerra mundial. El presidente Viktor Iuchtchenko ha llamado a la reconciliación entre veteranos nacionalistas y soviéticos: “Ha llegado el tiempo de que se digan unos a otros, fraternal y sinceramente: todo el que ha luchado por Ucrania merece honores y eterno reconocimiento. En nombre de Ucrania y de las futuras generaciones, hemos de dar un paso los unos hacia los otros”. Este discurso lo pronunció Iuchtchenko ante un monumento a los combatientes soviéticos, en un acto retransmitido a todo el país por la televisión.  

La memoria molesta de 1941

Es una vieja historia. Durante los años treinta, Stalin ordenó exterminar por hambre a millones de campesinos ucranianos para “domar” a esta parte del nuevo imperio soviético; fue el llamado “Holodomor”. En ese ambiente creció el nacionalismo ucraniano, acosado por los soviéticos y amenazado por los polacos. Cuando Hitler invadió Rusia, millones de ucranianos saludaron a los alemanes como libertadores. Muchos lucharon del lado alemán contra Moscú, aunque la delirante política hitleriana hacia el mundo eslavo rompió sus expectativas. Otros constituyeron un ejército nacionalista, la UPA, que combatió al mismo tiempo contra Berlín, contra Moscú y, después, contra Polonia. Pero también había ucranianos soviéticos, partidarios del comunismo. Fue una guerra civil; otra más. La derrota de los alemanes sólo abrió otras heridas: deportaciones masivas, ejecuciones, más muerte… En la Ucrania soviética de posguerra, la memoria de la UPA fue condenada como “colaboracionistas” con el alemán. 

Tras la independencia, después del desplome de la URSS, Ucrania ha seguido dividida: al este, una mayoría rusófila; al oeste, una mayoría nacionalista. Cada campo tiene sus héroes: para los primeros, los soldados soviéticos; para los otros, los soldados nacionalistas de la UPA. Pero los veteranos de la UPA nunca han sido reconocidos como ex combatientes por la nueva nación ucraniana. Las relaciones entre los veteranos de ambos bandos salpican la polémica cotidiana como traducción actual de esas viejas querellas.

Por cierto que el padre de Iuchtchenko era del bando soviético: combatió en el Ejército Rojo, cayó prisionero de los alemanes y fue internado en Auschwitz, de donde salió tras la guerra. No es la primera vez que Iuchtchenko llama a la reconciliación. Ésta aún no ha llegado.

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