Lo dijo Ségolène el 4 de Mayo en la cadena radiofónica RTL: "Creo que elegir a Nicolas Sarkozy sería una opción peligrosa. Es mi responsabilidad hoy alertar a la gente sobre el riesgo de (su) candidatura respecto a la violencia y brutalidad que se desencadenaría en el país". Royal se refería, al parecer, a los suburbios que ya vivieron violencias masivas en fechas anteriores. Sin embargo, quienes han desencadenado ahora la violencia son militantes de extrema izquierda que pidieron el voto para la candidata socialista.
La misma noche en que Sarkozy fue elegido, se produjeron innumerables incidentes en todo el país. El balance final de la madrugada fue de 592 detenidos y 732 vehículos incendiados, entre otros abundantes estragos en mobiliario urbano, escaparates, inmuebles, etc. Según la Policía, 78 policías y gendarmes resultaron heridos en los enfrentamientos con los manifestantes.
En la madrugada del martes continuaron los disturbios, especialmente en París, como protesta contra la elección de Nicolas Sarkozy. Según un recuento provisional de la jefatura de Policía, el número de detenidos en la segunda noche de actos violentos supera el centenar.
Los hechos
Los alborotos parisinos del martes tuvieron al menos tres fases. Primera, en la tarde del lunes: una manifestación supuestamente pacífica de “escolares y estudiantes” contra las medidas selectivas que Sarkozy ha anunciado en materia de Educación. Segunda, en la noche del lunes al martes: tras esa manifestación, unas quinientas personas se dieron cita en la plaza de la Bastilla enarbolando pancartas con eslóganes del tipo: “Sarko, facha” y “Sarko, chusma, tienes que irte”; esta concentración se resolvió en derribos de contenedores de basura y también de motos. Tercera, en la madrugada del martes: enfrentamientos violentos entre la policía y pequeños grupos de manifestantes que rompieron cristales, cabinas telefónicas, etc. Estos últimos enfrentamientos se prolongaron hasta altas horas: los manifestantes atacaron a las fuerzas de seguridad con piedras y botellas. Asimismo, varios cientos de militantes de izquierda se manifestaron en ciudades como Lyon, Caen, Nantes y Tours.
Ni Ségolène Royal ni el Partido Socialista se han pronunciado aún sobre estos incidentes.