Un perfil exhaustivo y sin concesiones (II)

Hugo Chávez: Mentiras y verdades de una política ambigua

Segunda parte de nuestro análisis. Chávez abandona el FMI y el Banco Mundial; amenaza con nacionalizar la banca; insulta a Aznar y a Bush. Y a la vez se declara cristiano, quiere desarrollar su industria nacional y aborrece las películas violentas porque contaminan a la juventud y a la infancia. ¿Este hombre es un ultraconservador o un marxista? ¿Cómo calificar a un político que, por un lado, respeta la propiedad privada y, por el otro, amenaza con nacionalizar la banca? Para entender al presidente de Venezuela hay que tirar a la basura los viejos conceptos: ni marxista, ni liberal, ni de derechas, ni de izquierdas. En contraposición con los neocons de América del Norte, he aquí al “neosoc”, el hombre que comanda el nuevo socialismo latinoamericano.  

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CARLOS SALAS

¿Y qué hacía Chávez en su propio país? No me cabe duda de que Chávez ha emprendido unas campañas de alfabetización gigantescas que han acabado con esa lacra, y hasta ha logrado enseñar español a los indios que apenas sabían escribir en sus lenguas. También ha construido modernos hospitales para los más necesitados, y ha logrado instalar un sistema de impuestos que no había existido en la historia de Venezuela, y que permite equilibrar las cuentas del Estado. Ha construido presas, ha comenzado a extender una ambiciosa red ferroviaria, y concede créditos a interés preferencial a los pequeños empresarios. Ha construido miles de viviendas sociales y ha puesto en marcha programas de integración para mujeres desfavorecidas, para ancianos, y hasta para drogadictos, pordioseros y sin techo. Si eso es socialismo, pues que lo sea. Lo importante son las obras. También Pérez Jiménez hizo muchas obras sociales y nadie le recuerda como un socialista.  

Venezuela además se ha beneficiado de la subida del petróleo hasta niveles inimaginables y hoy cuenta con tanto dinero, que en meses pasados hizo lo mismo que Putin en Rusia: pagar sus deudas. Putin liquidó sus deudas anticipadamente con el Club de París, un sindicato de banqueros y países que habían prestado dinero a Rusia. Chávez liquidó sus cuentas hace meses con el Banco Mundial, ese mismo banco que ahora ha denunciado, y al que no piensa aportar un dólar más. Una de sus últimas decisiones ha consistido en salir del Banco Mundial y del FMI.

Poco después, tomó posesión de la faja petrolífera del Orinoco, una gigantesca reserva de petróleo extrapesado que corre por los suelos de Venezuela (teóricamente la mayor reserva del mundo), y que a partir de ahora va a ser explotada por consorcios formados por compañías multinacionales y el Estado venezolano. Lo chocante de la faja del Orinoco, es que los ingenieros venezolanos de PDVSA habían descubierto un sistema para sacar ese petróleo mezclando el bitumen con agua, y creando un combustible fósil de alta energía llamado orimulsión, que explotaban las empresas multinacionales.

¿Es Chávez un demagogo? Sus acusaciones contra el FMI y el Banco Mundial son fruto de un demagogo, no hay duda. Para muchos, esas dos instituciones representan las garras del mal, del capital, de la opresión, pero, aunque han errado en sus consejos muchas veces, tanto el BM como el FMI han ayudado al desarrollo de los países más pobres, y tratan de sentar las bases de la estabilidad económica de esos países.

Los insultos que ha propinado a Bush y a Aznar son impropios de un Jefe de Estado, y, aunque sean la diversión de la izquierda mundial, lo único que logran es espantar a los inversores que alguna vez pensaron en poner su dinero en Venezuela. Conozco muchos empresarios españoles que no quieren arriesgarse en Venezuela a pesar de que allí pueden gozar de las mismas garantías que en cualquier país iberoamericano. 

Chávez ha iniciado expropiaciones forzosas de terrenos agrícolas para entregar las tierras a cooperativas de agricultores. Esto le está ocasionando un grave problema porque es un atentado contra la propiedad privada, y eso significa que en Venezuela no hay garantías. Pero la mayor parte de las expropiaciones involucran tierras baldías o inexplotadas, o viejas concesiones del Estado, que vuelven a manos del Estado, como pasó con unas tierras en manos de canarios. A final, el Gobierno pagó un justiprecio, como paga cualquier estado civilizado. Expropiar es una palabra que suena horriblemente mal, pero hasta el país más desarrollado y democrático expropia terrenos cuando tiene que construir una autopista o iniciar una gran obra pública. Otra cosa es que funcionen todas las cooperativas promovidas por Chávez. Muchas han funcionado. Otras han fracasado.

¿Socialista? 

Chávez está cometiendo el error de nacionalizar empresas privadas estratégicas que estaban en manos de multinacionales, pero por lo menos está pagando por ellas el precio de mercado. Pagó a la americana AES 692 millones de dólares por Electricidad de Caracas. Ha renacionalizado Cantv con el mismo método y ahora afirma que va a hacer lo mismo con otras empresas. Yo estoy convencido de que las empresas privadas se gestionan mejor, y por eso creo que es un error.

También ha dicho que quiere que las empresas del Estado sean socialistas. No las empresas privadas de todo el país, sino las empresas estatales, públicas, que tenían un comportamiento “capitalista”, y que serán a partir de ahora más “socialistas”. Chávez quiere crear un “nuevo modelo de empresa”. Lo que Chávez entiende por socialista es lo que en tiempos de Franco se llamaba sentar las bases de la riqueza nacional, es decir, empresas que fabriquen productos de primera necesidad, o productos elaborados, para fomentar el desarrollo y no depender de las importaciones. Es el caso de Sidor. Esta empresa siderúrgica es semiestatal. Hace pocos días Chávez dijo que podría nacionalizar todo Sidor si la empresa persistía en monopolizar el mercado. Porque, a juicio de Chávez, Sidor sólo vende sus productos a determinadas industrias, pero el Estado venezolano se ve obligado a surtirse de tubos en el extranjero. De modo que o Sidor vende sus productos a todas las empresas venezolanas que lo deseen, o recibirá un correctivo.  

Se han dicho muchas mentiras sobre Chávez. La última, que había decretado cuatro horas obligatorias de clases de marxismo en las empresas y en las escuelas. No es verdad. Son cuatro horas de acción social, es decir, de trabajos sociales, de preocuparse por la comunidad, de hacer lo mismo que hacen las ONG y las congregaciones religiosas en Venezuela. No cuatro horas de marxismo. Y encima es un proyecto de ley.

Chávez ha iniciado una campaña de ahorro energético y de respeto al medio ambiente que consiste en sustituir el alumbrado público por bombillas ecológicas de bajo consumo, como  se está haciendo en toda Europa. Pues bien, la oposición venezolana llegó a diseminar el bulo de que Chávez había instalado minicámaras de televisión en las bombillas para vigilar a todo el país. 

También se ha dicho que Chávez iba a quitar la patria potestad a los padres para educar a las futuras generaciones, y se han dicho un montón de barbaridades sin sentido. No. Los tiros no van por ahí.

Se le forjó como padre de la “ley mordaza”, una ley para controlar a los medios de comunicación y censurarlos. Se puede ver el contenido de la ley en internet (Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión). Éste es el resumen de la norma: no se puede emitir violencia ni sexo explícito en horario para niños; no se pueden emitir anuncios de tabaco, ni alcohol ni juegos de azar; no se pueden poner más de quince minutos de anuncios comerciales por hora; no se debe subir el audio en los anuncios; hay que fomentar series, música y tradiciones nacionales; hay que fomentar el idioma castellano; hay que fomentar la series educativas… Todo el que haya conocido la televisión venezolana, sabrá por qué esa ley no es insensata. Chávez acusó a la emisora Radio Caracas Televisión de violar casi todas esas normas, y además de incluir ataques directos contra el Gobierno, de hacer propaganda, de no cumplir con su papel de medio. Por eso quiere quitarle la concesión administrativa el 27 de mayo. Se pueden ver las razones en las que se basa el Gobierno en un video difundido por www.dailymotion.com titulado “Que digan la verdad”. La decisión de Chávez le está acarreando las críticas internacionales porque quita la  licencia a un canal de televisión en un país democrático, y la prensa internacional se opone a esa medida. 

Chávez no es un ángel de la guarda. Muchas de sus medidas son acertadas e indiscutibles. El problema es que no ha logrado levantar a Venezuela con un proyecto nacional. En lugar de promulgar un plan para que los hijos de las clases más pudientes, médicos, ingenieros o arquitectos, ayuden a sus hermanos de clases bajas, entren en esos barrios y pongan su grano de arena, ha dividido a la población de una forma irrefrenable.

(Mañana: El reverso tenebroso de Hugo Chávez)

 

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