CARLOS SALAS
El presidente Hugo Chávez ha regalado otro titular a la prensa mundial. “Vamos a nacionalizar los bancos”. Mala noticia para la banca, que en los últimos años, gracias al crecimiento económico espectacular de ese país, había logrado beneficios históricos.
“Estamos muy preocupados”, admitió el representante de un banco español en Venezuela. Los precedentes ya avisaban de que se acercaba otra tormenta. “La decisión de salir del FMI y del Banco Mundial, es un paso más para salirse de la ortodoxia internacional”, dice el representante.
Sin embargo, la amenaza de Chávez es más suave de lo que se piensa. Porque el presidente de Venezuela admitió, poco después de meter miedo a la banca, que no quiere copiar el modelo cubano. “Es posible que haya empresas privadas en el socialismo, es perfectamente posible, yo diría que en Venezuela no sólo es posible, sino necesario. Dicen que yo quiero copiar el modelo cubano, pero yo no quiero copiar el modelo cubano”.
Someter a la banca
Según explicaron varios portavoces del mandatario venezolano, el Gobierno no planea nacionalizar la banca. Sólo pretende que la banca participe en la nueva política industrial, que consiste en apoyar a las empresas venezolanas, y a depender menos de las importaciones. “No voy a pelear con ustedes (refiriéndose a los bancos)… Yo tengo esperanzas en los venezolanos y las personas de otros países que están al frente de esas instituciones”, decía el presidente, según recogía la edición on line de El Universal. “Este señor no quiere nacionalizar la banca, pero sí someterla”, comenta un ejecutivo de una empresa española relacionada con Venezuela.
El sector bancario español está representado en Venezuela por el Banco Provincial (BBVA) y por el Banco Venezuela (Santander). Por beneficios, ocupan el segundo y el tercer puesto del país. En 2006, los beneficios del primero (el cierre fiscal fue en junio de ese año) fueron de 330.000 millones de bolívares (110 millones de euros). El beneficio neto del Banco de Venezuela fue de 400.000 millones de bolívares, 133 millones de euros.
El sistema financiero venezolano ha crecido casi un 60% en los últimos tres años gracias al incremento de precio del petróleo, el maná del país, que ha puesto en manos de los venezolanos una lluvia de millones. Consumidores desbocados, los venezolanos han acudido a los bancos para financiar la compra de coches, de electrodomésticos, de pisos y equipos de música. “Estamos ganando mucho dinero”, confiesa a Elmanifiesto.com el representante de un banco español. En una entrevista concedida a un medio venezolano, José Antonio Colomer, presidente del Banco Provincial, admitió que los venezolanos estaban “en medio de una borrachera de consumo”. Esa borrachera está generando a la banca beneficios nunca vistos, lo cual está originando ciertas críticas. “No me siento culpable de las ganancias, pues la banca no comete ningún pecado”, respondió Colomer, ante la pregunta de la periodista del diario on line Venezuela Real.
Consciente de que la banca está atragantándose de beneficios, el presidente de Venezuela quiere destinar parte de esas bolsas de dinero a financiar la producción nacional con créditos preferenciales. Obligada por las leyes, la banca ya destinaba desde hace tiempo parte de sus créditos a los microempresarios, la llamada “gaveta obligatoria”. Pero ahora Chávez desea que esa colaboración salga del ámbito de las microempresas y se convierta en un sistema de concesión de créditos más industrial, como parte de su proyecto nacional para regenerar la economía del país, “el socialismo del siglo XXI”.
