Marco Bardazzi
En la política americana, a los que son como McCain se les conoce como mavericks. Ése era el nombre del personaje interpretado por Tom Cruise en Top Gun y muchos rasgos del rebelde de la gran pantalla parecen haber sido tomados de la biografía del futuro senador republicano de Arizona, que fue durante años un piloto de caza de la Marina.
Cuando todavía estaba aprendiendo a pilotar, McCain sobrevivió a la caída de un jet durante una clase. En 1967, en Vietnam, su avión ardió mientras se preparaba para despegar: el joven John se puso a salvo antes de que explotara. Pocos meses después, su A-4 Skyhawk fue abatido en un contraataque vietnamita cerca de Hanoi. McCain sobrevivió de nuevo, pero sus piernas y un brazo quedaron hechos pedazos. Fue capturado, torturado y encerrado en la prisión de Hanoi, donde sufrió años de aislamiento y torturas, y donde fue utilizado por los vietnamitas para labores de propaganda después de que descubrieran que era hijo del almirante que dirigía las tropas del Pacífico.
McCain proviene de una familia cuya tradición militar se remonta a la guerra de la independencia. De su padre, abuelo y bisabuelos no sólo ha heredado la pasión por los galones, sino también por la dialéctica sarcástica, la polémica y, durante su juventud, las mujeres y el alcohol. En la academia naval de Anápolis, donde se diplomó entre los últimos de su curso, era conocido por sus castigos. En Florida, donde aprendió vuelo, entre cerveza y cerveza comenzó una intensa relación con una famosa stripper conocida por su nombre artístico, Marie the Flame of Florida. Después se casó con una modelo, Carol Shepp, de la que se divorció a los 40 años, harta ella de sus continuos engaños. “Entonces yo era egoísta e inmaduro”, reconoció el propio McCain, que un mes después del divorcio se volvió a casar, esta vez con Cincy Hensley, la rica heredera de un magnate de la cerveza en Arizona y hoy aspirante a Primera Dama.
El salto a la política
Como sucedió al demócrata John Kerry, pero al otro lado de la barrera, en el caso de McCain a la carrera militar y al regreso de Vietnam siguió la política, afrontada con la franqueza que le caracteriza. A un adversario electoral que lo acusaba de no haber vivido en Arizona lo suficiente como para ocupar un cargo político, McCain le respondió en un debate televisivo de forma demoledora: “Escucha, amigo, me he pasado 22 años en la Marina y el lugar donde he vivido durante más tiempo en mi vida ha sido Hanoi”.
Como senador de Arizona, McCain ha protagonizado miles de iniciativas sin apoyo de su propio partido. Llevan su firma, por ejemplo, las leyes para la reforma de la financiación electoral y la ley contra la tortura que a los republicanos se les hizo difícil de digerir. También su campaña como candidato a la Casa Blanca en el año 2000 se salió de los esquemas del partido y se hizo famosa por las largas conferencias de prensa que daba en el autobús, al que bautizó como “Straight Talk Express”. Al final, los republicanos se unieron en torno al rival George W. Bush y le dieron la presidencia.
Sin embargo, a la campaña de 2008 llega como el insólito candidato del stablishment y con la fama de viejo sabio. Su época de maverick es agua pasada.
