Casi tan poderosos como el propio Kremlin

Seguimos desvelando el secreto de los oligarcas rusos

Son pocos, inmensamente ricos, muy poderosos y, a veces, realmente peligrosos. Ganaron enormes fortunas vendiendo los restos del imperio soviético y nadando en la corriente del nuevo capitalismo ruso. Desde el acero hasta los teléfonos, pasando por las cadenas de televisión y el petróleo, su influencia en el marco internacional del poder es decisiva. La Rusia de Putin les ha puesto la proa (alguno hay ya en las cárceles siberianas), pero la mayoría de ellos ya tienen sus posesiones puestas a buen recaudo en Gran Bretaña, España o Israel. Elmanifiesto.com sigue desvelando la identidad de los grandes oligarcas rusos de la A a la Z. Un material documental de primera importancia para saber de verdad quién manda en el mundo. Los nuevos millonarios rusos, de la A a la Z

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G de Gusinsky
 
Vladimir Aleksandrovich Gusinsky. A sus 54 años, no aparece en la lista Forbes 2007. Su fortuna, estimada en 260 millones de euros, lo deja fuera de la lista de los 53 rusos de Forbes. De todas formas, ya no es ruso, ahora tiene doble nacionalidad: española-israelí. Floreció con Yeltsin y se colapsó con Putin. En 1990 el “deslumbrante” director de teatro fundó Media Most, propietaria de periódicos y varios canales de televisión. Creó el primer canal independiente de televisión. Su cadena NTV fue la primera televisión por satélite rusa. Ahora es propietario, además, de RTVI (Canal Internacional en Ruso) con sedes en Nueva York, Moscú y Tel-Aviv y oficinas por todo el mundo. La cobertura que hizo de la guerra de Chechenia y del asunto del Kursk no gustó nada en el Kremlin. En el 2000 fue acusado de malversación de fondos públicos y lavado de dinero y fue forzado al exilio. Él niega los cargos desde su residencia en Israel. En 2003 fue detenido en un viaje a Atenas por un acuerdo greco-ruso, pero las presiones estadounidenses e israelíes provocaron su inmediata liberación. Está casado y tiene tres hijos.
 
H de Khan (porque en el alfabeto cirílico no existe la letra “h”)
 
German Khan, a sus 45 años, tiene una fortuna estimada de 11.106 millones de euros que lo colocan en la 13ª posición de los 52 rusos de Forbes y en la 86ª del mismo ranking mundial. Nació en Kiev y se graduó en el Instituto del Acero y Aleaciones de Moscú (cuna de la mayor parte de estos tiburones) en 1988. Al año siguiente fundo Alfa-Eco, junto con su antiguo compañero de clase Mikhail Fridman. Del vendedor de mercancías Alfa-Eco, nacería el poderoso Alfa Group. Actualmente ocupa el cargo de director ejecutivo y miembro de la junta ejecutiva de TNK-BP, el ala petrolífera ruso británica de Alfa Group. Es el más discreto de entre los oligarcas rusos. Está casado y tiene dos hijos.
 
 
I de Ivanishvili
 
Boris Ivanishvili era conocido como “el hombre del que nadie sabia nada”, pese a poseer 6.525 millones de euros que lo colocan en el 22º puesto de la lista de oro rusa (pese a ser georgiano) y estar en la 167ª posición del ranking mundial de millonarios de Forbes. Como muchos de estos oligarcas (menos Berezovsky, por ejemplo) “se muestra tímido” ante la publicidad y hasta el 2005 había una sola fotografía suya que fuera de dominio público. Tiene 50 años, casado, con tres hijos. La fuente de su fortuna son los metales y la banca. La descripción de su secreto, por la revista Forbes, es aplicable a la mayoría, si no a todos los oligarcas rusos: “compró empresas que nadie necesitaba por decenas de millones de dólares y las vendió por miles de millones de dólares.” Empezó en los 80 vendiendo ordenadores, y fue uno de los primeros importadores de teléfonos con botones, lo que era una novedad en Rusia, todo eso antes de empezar a invertir en la banca. Compró minas por todo el país, que luego vendió sacando grandes beneficios. Ha vendido gran parte de sus empresas y su dinero está ahora invertido en fondos. Vive en una enorme casa en la ladera de una montaña en su Georgia natal.

J de Jordan & Jennings
 
Boris Jordan y Stephen Jennings son “oligarcas rusos honorarios”. No tienen pasaporte ruso pero ayudaron de buena fe a los oligarcas a acumular riqueza en la anarquía post-soviética de los 90. Jordan es un americano de 40 años, de origen judío, cuyos antepasados emigraron de Rusia a los Estados Unidos. Stephen Jennings es un neozelandés de 47 años. En 1992 estos dos hombres fueron introducidos en el país por el Kremlin para organizar la primera subasta para la privatización de la Factoría de Galletas Bolchevique en Moscú. Cuando se dieron cuenta de lo barato que iba a vender Rusia las joyas de su corona, decidieron que querían su parte del pastel. Los dos hicieron una fortuna como corredores de bolsa en el mercado ruso, creando el banco de inversión Renaissance Capital en 1995. De acuerdo con Forbes, ambos estarían en la lista de millonarios de Rusia si no fuera por el color de sus pasaportes. Renaissance Capital, dirigida ahora por Jennings, se estima que vale unos 1.110 millones de euros, mientras que Jordan dirige inversiones por un valor aproximado de 417 millones de euros a través de su Sputnik Investment Fund.

K de Khodorokovsky
 
Mikhail Borisovich Khodorkovsky era el hombre más rico de Rusia y el 16º más rico del mundo en el 2004, ahora es uno de los presos más famosos del país. Judío y antiguo activista del Komsomol, era arrestado el 25 de Octubre de 2005 en el aeropuerto de Novosibirsk por orden de la Fiscalía General Rusa bajo el cargo de fraude y evasión de impuestos. Los que le apoyan, alegan que fue por su creciente interés en política y su oposición a Putin. El Kremlin afirma que se trataba de una especie de Al Capone envuelto en crimen organizado y que tenía que ser detenido. Cuando Forbes publicó su primera lista de millonarios rusos, Khodorokovsky la encabezó con una fortuna estimada de 12.000 millones de euros, por delante de Roman Abramovich. De ese número se cree que ha descendido algunos cientos de millones. Comenzó a construir su fortuna amparado por la Perestroika y su privilegiada posición dentro del Komsomol (las juventudes del Partido Comunista). Privatizó las propiedades del Komsomol y creó el banco Menatep, que recibió ayuda de miembros de la familia Rothschild entre otros. Su compañía petrolífera Yukos fue paralizada por el gobierno ruso tras su arresto. Fue condenado a ocho años de prisión, que está cumpliendo en la colonia penal siberiana de Yag 14/10. El año pasado fue atacado por otro preso con una navaja de zapatero.

L de Lisin
 
Vladimir Lisin, otro judío ruso, a sus 51 años y con una fortuna de 1.984 millones de euros, ocupa el tercer puesto en la lista rusa de Forbes y el 36º del ranking mundial. Solía trabajar como mecánico en una mina de carbón en Siberia, ahora es un magnate del acero. Vendió un 7% de Novolipetsk, su gigante del acero, a inversores de la bolsa de Londres hace dos años. La venta ascendió a 450 millones de euros, y todavía tiene el 83% en la cuarta productora de acero del mundo donde apoyarse. Está casado y tiene tres hijos. Nunca se ha metido en política, aunque ha financiado el periódico Gazeta. Mantiene un low profile, discreto como Ivanishvili, si bien hace un par de años se compró un coto privado de caza en Escocia.

(Continuará)

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