Giorgia Meloni junto con Santiago Abascal, su aliado en el frente europeo

Giorgia Meloni y sus Fratelli d'Italia avanzan decididos

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Por primera vez una mujer se convierte en líder político de primer orden en Italia. Por primera vez la derecha procedente del Movimento Sociale Italiano[1] y de Alleanza Nationale[2] roza el veinte por ciento en los sondeos virtuales y supera en las encuestas a la izquierda que viene del Partido Comunista Italiano y de L’Ulivo[3]. Por primera vez un líder de la derecha social y nacional está al frente del eurogrupo parlamentario conservador. Por primera vez, y a pesar de la censura, un líder de la derecha encabeza las listas de los libros más vendidos. Giorgia Meloni es hoy el líder político con mayor proyección, más mediática y con mayor crecimiento en Italia. Giorgia Meloni es percibida por muchos como la líder más coherente, siendo ella quien lidera la oposición al gobierno de “unidad nacional” de Mario Draghi.

Hace cincuenta años, Giorgio Almirante[4] llenaba las plazas y suscitaba gran entusiasmo; pero en las urnas no rozó nunca el diez por ciento, fue relegado al gueto, se crearon lo que hoy llamamos “cordones sanitarios” para excluirlo, se hizo de todo para dejarlo fuera. Hace veintisiete años fue el turno de Gianfranco Fini, el eterno “segundo” de Berlusconi, que creció en los consensos y en el aprecio general, y en unos pocos movimientos suicidas logró liberarse al mismo tiempo de Berlusconi y de su derecha. Pero Giorgia quema etapas y pasa por alto los precedentes “de la Casa”, es la reina in pectore de un gobierno de centro–derecha junto a Salvini. Tarde o temprano le pondrán todo tipo de trabas, trampas y bombas, pero mientras tanto...

Es una realidad, más allá de las preferencias políticas y de las opciones personales. Y es motivo de orgullo y satisfacción para quienes son de derechas y hasta quizá lo eran cuando resultaba incómodo y raro declararse de derechas.

Yo soy Giorgia, dice su slogan ganador y que ha sido elegido como título de un libro que ha violado clamorosamente el dogma de la incompatibilidad entre la derecha y los libros. En la época de las cuotas rosas en que se reclama el poder para las mujeres, constituye una importante victoria ver a una de ellas, que es cualquier cosa menos feminista, encabezar las encuestas, tanto de ventas de libros como de expectativas políticas. En otros asuntos, la única mujer que está en la cúspide es Chiara Ferragni...[5]

Ben, tú eres Giorgia, pero ¿y los otros? Tú eres Giorgia, ¿y qué más? Y es aquí donde surgen los problemas. Reconocido todo esto por puro espíritu de verdad, con el mismo espíritu de verdad nos preguntamos: pero ¿quién más hay en la derecha aparte de Giorgia Meloni? ¿Qué clase de dirigentes la acompañan? ¿Quién hay detrás de usted qie sea capaz de pasar de la oposición al gobierno del país? ¿Cuáles son los nombres, los candidatos, las figuras de referencia que pueden transformar el ciclón Giorgia en una derecha en el gobierno? Aquí cada uno indica algunos nombres, yo también pienso en alguien de su entorno que es capaz de ello, pero la lista es corta. Por supuesto, podríamos zanjar la cuestión diciendo que por ahí no hay nada o casi nada válido, que el nivel medio de la política es realmente bajo, que la sumisión a Draghi ha provocado un agotamiento y un empobrecimiento graves. Y ¿a la izquierda quién está? ¿Qué son esos grillini[6] que de repente se han convertido en clase dirigente? Y los otros, incluso aunque sean aliados, ¿con qué cuentan? Este último es sin duda un argumento sólido. Pero ¿es suficiente para que nos impida ver el vacío alrededor de Meloni? Ahí está el problema: la ausencia de una inversión estratégica en todos estos años para seleccionar, formar, localizar, una clase dirigente a la altura de la situación. La ausencia de un “mundo” de derechas... 

Ahí está el problema: la ausencia de un “mundo” de derechas.

Georgia  cabalga entre el vacío general y la opinión pública; tiene más energía y más brillo que los demás, incluso en el ámbito del mismo centro-derecha. Pero cuando hay que buscar soluciones para los alcaldes de las grandes ciudades o para amortiguar las hemorragias locales, el primer impulso es invocar a los veteranos de la época de Berlusconi: Albertini, Moratti, Bertolaso. Y respecto al  Quirinal,[7] mejor ni hablar.

Sin duda, la derecha paga en Italia el precio por las campañas de deslegitimación y demonización que la han encerrado en un gueto; sus precedentes en el tiempo de Alleanza Nationale han acabado en la trituradora mediática y judicial, abrumada por el fracaso de su líder Fini. Sus alcaldes y presidentes no eran peores que sus vecinos de izquierdas, pero el mecanismo mediático–judicial se ha cebado con ellos, los han hecho picadillo, deben esconderse para sobrevivir en las cunetas de la vida política...

Y entonces se abre el caso Meloni: su fuerza es el voto de opinión, valioso en tiempos de opiniones sesgadas y de mediocridad, con algunos que sólo saben mantenerse a flote. Pero ¿es suficiente un voto de opinión y un papel de contra–influencer para poder gobernar? Ya oigo a los entusiastas de Meloni acusarme de derrotismo intelectual; no admiten que se planteen dudas, críticas constructivas, preocupaciones preventivas; quien se abstiene de la lucha es un cabrón, no se discute, no se objeta, Estás con nosotros o contra nosotros. Entiendo a los políticos, sus tiempos contraídos, sus objetivos a corto plazo, la competición y el antagonismo competitivo... Pero alguien tiene que pensar en la política y no sólo en hacerla, alguien tiene que plantearse los problemas del después y no dedicarse a hacer juegos malabares, alguien tiene que razonar libremente y no solamente soltar consignas... Así lo ha entendido también Giorgia. 

Alguien tiene que pensar en la política y no sólo en hacerla

Luego, claro está, la ves en los estantes de las librerías colocada boca abajo, y te sientes solidario con ella; haces comparaciones y ella sale ganando; la corrección política es  algo realmente insoportable. Pero una opinión en la televisión, ¿cómo se convierte en una política de gobierno eficaz, y con qué personas, con qué líneas, con qué apoyos? Así que la pregunta es: tú eres Giorgia, de acuerdo. ¿Y después qué?

© Panorama

Traducción de Cecilia Herrero

 [1] Movimento Sociale Italiano (MSI), 1946-1995, liderado por Giorgio Almirante.

[2] Alleanza Nazionale (1994-2009) liderado por Gianfranco Fini.

[3] L’Ulivo: coalición de varios partidos de izquierdas.

[4] Exlíder del partido Movimento Sociale Italiano.

[5] Chiara Ferragni es una joven influencer italiana.

[6] Grillini es como se denomina a los seguidores de Beppe Grillo, lider del Movimento 5 Stelle.

[7] El palacio del Quirinal: sede de la presidencia de la República.

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