CARLOS SALAS
El semanario británico The Economist explica en su último número a los lectores que los deportistas españoles no tienen nada que cantar cuando ganan una competición internacional y se iza la bandera. “Mientras otros entonan sus himnos, los españoles se limitan a seguir el ritmo con los pies o a tararear.”
El artículo titulado “Perdidos por las palabras” recoge la opinión de un miembro del Comité Olímpico español que reconoce lo embarazoso de la situación: “La verdad es que no es muy agradable que nuestros deportistas sólo puedan cantar juntos el himno diciendo chunda-chunda o lo-lo-lo”. Y todo porque la letra correspondiente se fue con la muerte de Franco y nunca se ha sustituido, dice el semanario.
Pero ahora se busca ese sustituto, continúa The Economist, y se han recibido muchas propuestas, la mejor de las cuales se elegirá en septiembre. “El Parlamento decidirá cuál se convertirá en la letra oficial del himno. Y aquí es donde empiezan los problemas.”
Porque la sola idea de poner palabras al himno español puede ser según el semanario “explosiva”. “El patriotismo exuberante se considera sospechoso. Los políticos de este país, uno de los más descentralizados de Europa, emplean grandes cantidades de energía en tratar de definir cuántas ‘naciones’, ‘países’ o ‘nacionalidades’ existen dentro de sus fronteras. ¿Cómo se puede uno enfrentar con palabras conmovedoras que no ofendan a los vascos, catalanes o gallegos, los cuales no quieren ser españoles, o profesan más lealtad a sus regiones que al país?”, dice el semanario.
El Gobierno de Rodríguez Zapatero está tratando de esquivar el asunto todo lo que pueda, continúa la revista, que se pregunta: “¿Qué sería lo único aceptable por la inmensa mayoría de los españoles?”
Una de las respuestas, según The Economist, parece provenir del canal de televisión Telecinco, que ha organizado un concurso para encontrar la letra adecuada. Las canciones propuestas hablan de amor, libertad, cultura, Europa, el mundo, la bandera y hasta de la Constitución. “Sólo hubo una palabra difícil que todas esas canciones trataron de evitar: España.”