Y no cualquier “Las Vegas”, sino un monstruo gigantesco, enorme, desmesurado, apocalíptico. Es lo que se propone realizar en nuestro desventurado país Sheldon Adelson, el multimillonario empresario norteamericano que está a la frente de Las Vegas Sands, una de las mayores empresas del mundo en las actividades destinadas a entretener al personal.
Libertad Digital, apoyando a rabiar tal proyecto, informaba recientemente de sus detalles. Veámoslos.
«Una vez terminado el proyecto (allá por 2022) tendrá doce hoteles de al menos 3.000 habitaciones cada uno, todos de cuatro o cinco estrellas. Esto supondría una docena de edificios de unas 40 alturas.
»Para que nos hagamos una idea del tamaño de cada uno de ellos estableceremos algunas comparaciones: el conocido Gran Hotel Bali de Benidorm, el más alto de Europa, tiene 776 habitaciones; el que es probablemente el mayor hotel de Madrid, el Auditorium, "sólo" tiene 869; por último, el que pasa por ser el mayor establecimiento hotelero de nuestro país, el Lopesan Costa Meloneras de Gran Canaria, tiene 1.136 habitaciones, es decir, poco más de una tercera parte.
»Además de los hoteles habrá un gran centro de convenciones y otros equipamientos: por supuesto no menos de media docena de grandes casinos, pero también teatros, dos campos de golf (quizá más, dependiendo del espacio disponible) y un gran pabellón deportivo.
»Para poner todo esto en marcha será necesario invertir la astronómica cantidad de 17.000 millones de euros, lo que lo convertirá en "la mayor inversión privada de la historia de Europa".
»Según las proyecciones de Las Vegas Sands, el complejo atraería a cinco millones de visitantes extranjeros, lo que en el caso de Madrid supondría duplicar el número de turistas foráneos que la región recibe actualmente, además de que no sólo tendría su propia capacidad de atracción sino que sería un complemento perfecto a la oferta turística y cultural [sic: han dicho “cultural”] que ya tiene Madrid.
»Barcelona ofrece, sobre todo, una ventaja esencial sobre Madrid, que es la cercanía al mar, aunque esto puede relativizarse un tanto: la costa está mucho más cerca de Madrid que de Las Vegas. A cambio, varios son los puntos en los que la capital juega con ventaja respecto a la ciudad condal: la disponibilidad de espacio es mayor y también Barajas parece lograr más puntos que El Prat gracias a su mayor capacidad de expansión. Además, el segundo aeropuerto de Madrid, proyectado al sureste de la capital, sería idóneo también para varios de los emplazamientos barajados.
»La respuesta a la ubicación definitiva llegará en los próximos meses, pero sea en Madrid o en Barcelona la buena noticia es que España va a acoger un proyecto de ocio y turismo que será de referencia en toda Europa y que tendrá una gigantesca capacidad para generar riqueza y empleo.»
Riqueza para el bolsillo de los inversores (más algunas dádivas para el de los currantes de turno). ¡Qué importa que tal riqueza engendre miseria cultural, espiritual y medioambiental! ¿Se imaginan el monstruo que corre el riesgo de alzarse en las inmediaciones de Madrid o Barcelona?