Coincidencias dignas de un libro de misterio
La historia paranormal de Lincoln y Kennedy
elmanifiesto.com
04 de junio de 2008
Elmanifiesto.com
Abraham Lincoln fue elegido para el Congreso en 1846. John F. Kennedy fue elegido para el Congreso en 1946.
Abraham Lincoln fue elegido presidente en 1860. John F. Kennedy fue elegido presidente en 1960.
Ambos se mostraron especialmente activos en el terreno de los derechos civiles. Las esposas de ambos perdieron a un hijo mientras vivían en la Casa Blanca. Ambos presidentes sufrieron un atentado en jueves. Ambos fueron tiroteados en la cabeza. Pero hay coincidencias aún más llamativas:
El secretario de Lincoln se llamaba Kennedy. El secretario de Kennedy se llamaba Lincoln. Ambos presidentes fueron asesinados por sureños. Y ambos fueron sucedidos por sureños llamados Johnson. Y atención: Andrew Johnson, que sucedió a Lincoln, había nacido en 1808, y Lyndon Johnson, que sucedió a Kennedy, había nacido en 1908. ¿Es bastante? No:
John Wilkes Booth, que asesinó a Lincoln, había nacido en 1839. Lee Harvey Oswald, que asesinó a Kennedy, había nacido en 1939. Ambos asesinos fueron conocidos por sus tres nombres. Los nombres de ambos están compuestos por quince letras. Y ahora agárrese a su asiento:
Lincoln fue asesinado en un teatro llamado “Ford”. Kennedy fue asesinado a bordo de un automóvil llamado “Lincoln” y fabricado por Ford. Lincoln fue asesinado en un teatro y su asesino huyó a refugiarse en un depósito. Kennedy fue asesinado desde un depósito y su asesino corrió a refugiarse en teatro. Por cierto que ambos asesinos, Booth y Oswald, fueron asesinados a su vez antes de sus respectivos juicios.
Y para acabar, una nota jocosa:
Una semana antes de ser asesinado, Lincoln estaba en Monroe, Maryland. Una semana antes de ser asesinado, Kennedy estaba con Marilyn Monroe.
¿Te ha gustado el artículo?
Su publicación ha sido posible gracias a la contribución generosa de nuestros lectores. Súmate también a ellos. ¡Une tu voz a El Manifiesto! Tu contribución, por mínima que sea, dará alas a la libertad.
Quiero colaborar