Sólo en inglés

Mientras aquí sacralizamos el inglés, Cambridge se hace monolingüe

Hace poco, Debbi Andalo nos desvelaba en un artículo en The Guardian, que la segunda Universidad más prestigiosa de Gran Bretaña ya no retendrá en su criterio de admisión la exigencia de una lengua extranjera. El objetivo es, al parecer, atraer más estudiantes de las escuelas públicas. Muchos creen que esta medida restará nivel a la Universidad y a sus estudiantes. Y es que, lo que se debería tratar es de elevar a los estudiantes al nivel universitario no de rebajar la Universidad al nivel de los estudiantes.

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Curzio Malatesta
 
El criterio de admisión de la prestigiosa Universidad de Cambridge exigía a los bachilleres que su GCSE (Certificado General de Educación Secundaria) garantizara cierto nivel (del A al C) en una lengua extranjera. Pues bien, las autoridades académicas de Cambridge dicen que han sido forzadas por las circunstancias a renunciar a esta exigencia, que se limitará a los departamentos de idiomas. La medida se hará efectiva en Septiembre de este año.
 
El gobierno laborista retiró del National Curriculum la exigencia de una lengua extranjera a partir de los 14 años, por lo que sólo los estudiantes de los colegios privados, reductos de la disciplina y la cultura, estudian lenguas extranjeras. Mientras, en la escuela pública el nivel cultural y disciplinario va a peor. Debido a esta medida, entre otras cosas, los jóvenes provenientes de la educación pública no traspasan la barrera cultural, mucho mayor que la económica.
 
Geoff Parks, director del departamento de admisión de los colegios de Cambridge declaró acerca de la medida: “Este cambio quitará de en medio lo que se ha convertido, desafortunadamente, en una significativa barrera para el acceso a nuestra Universidad”.
 
En contraste, la doctora Anne Davidson Lund, directora de estudios políticos del Centro Nacional de Idiomas, ha dicho: “Se trata sólo de una Universidad (la que sale a la palestra) –todas las demás universidades han desechado el requisito de una lengua extranjera hace ya tiempo”. Añadió que el hecho de que las lenguas extranjeras fueran estudiadas amplia y obligatoriamente sólo en las Grammar Schools (colegio de enseñanza secundaria británico al que se accede mediante una serie de exámenes) y en los colegios privados (Eton, Harrow…), estaba creando una cultura elitista en lo que respecta al conocimiento de los idiomas.
 
Discurso ilustrado en un sistema medieval, donde el mercado es rey y dios
 
El problema de la Universidad en nuestros tiempos no escapa a la atención de los pensadores y observadores sociales, ni siquiera de los que no han pasado por estos que, en otros tiempos, fueron centros de elevación espiritual de los hombres. Por un lado se persigue, teóricamente, que la mayoría de los jóvenes pasen por la Universidad a toda costa; por otro lado, que se incorporen lo más rápido posible al mercado. Al final, la tensión con la realidad moderna acabó transformando lo que era diferente en una ecuación en la que la única constante es el cambio.
 
El aumento del poder material y del poder social de las masas debería llevar, como querían aquellos ilustrados que nos trajeron de la mano a donde estamos, a una mejor educación de las masas. No es bueno que las personas, con tantos poderes, tengamos tan pocas responsabilidades, las cuales surgen de los vínculos creados por la civilización y la cultura.
 
Sin embargo: “El que todo el mundo tenga derecho a leer corrompe a la larga no sólo el escribir, sino el mismo pensar.” Eso amartillaba Nietzsche, el filósofo del siglo oscuro.
 
Igual, parte de la solución, si la hay, sería el no confundir instrucción profesional superior con estudios universitarios, y tratar de mantener a distancia prudencial la Universidad del “mercado laboral” y de “las necesidades sociales”.

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