"Tenéis el desprecio de toda la sociedad vasca", ha participado Ibarretxe a los carniceros de ETA, sin especificar ni acordarse de que él y su gobierno tienen sobradamente ganado el desprecio de todos los españoles, incluidos los vascos que se sienten españoles o personas íntegras sin nacionalidad definida, que las hay. Muchas.
La banda terrorista tiene el desprecio de Ibarretxe, que no es gran cosa, y el de todo ser humano habilitado moral y emocionalmente para serlo. Y tienen su particular forma de ejercer el voto: asesinando. Iba a escribir "asesinando a traición", pero hablando de ETA sería redundancia.
Isaías Carrasco es "la torna" en el lo más sucio del juego electoral, la víctima que paga con su vida los tiras y aflojas entre el gobierno conversador y la banda criminal. Es la forma que tienen esos animales de decir a toda la sociedad: "Queremos seguir imponiendo la negociación, con nuestras reglas y condiciones, y alguien en la Moncloa que esté dispuesto a escucharnos".
Imaginen las consecuencias electorales si el supliciado hubiera sido un concejal o ex-concejal del PP, o de UPD. El bambarrión de Ibarretxe afirma que "ETA ha perdido definitivamente el norte". Definitivamente, este hombre o no sabe lo que se dice o es un truhán embustero. ETA sabe perfectamente lo que hace; si lo sé yo, que soy escritor de provincias, cómo no lo va a saber Ibarretxe, presidente de la gran nación euskaldún...
ETA tiene muy claro lo que quiere. Y lo ha demostrado.