Traducimos los principales pasajes del discurso de Viktor Orban vuyo video íntegro, subtitulado en francés, figura al pie de este artículo.
Señor presidente, señores diputados:
Ya sé que su decisión está tomada y una mayoría de ustedes aprobará el informe [por el que el Parlamento de la UE abre el procedimiento destinado a sancionar a Hungría] y también sé que mi intervención no hará que su opinión se modifique.
He venido sin embargo ante ustedes porque lo que se disponen a juzgar no es un gobierno, sino un país y un pueblo.
Van a juzgar a una Hungría que desde hace mil años forma parte de la familia de los pueblos cristianos de Europa.
Una Hungría que con su acción, y cuando ha sido preciso con su sangre, ha participado en la escritura de nuestra formidable historia europea.
Una Hungría que se rebeló y tomó las armas contra el mayor ejército de entonces: el ejército soviético, habiendo sido martirizada por la libertad y la democracia.
Una Hungría que, cuando fue necesario, abrió sus fronteras a sus compañeros de infortunio de Alemania Oriental. […]
Y constato ahora que quienes acusan a Hungría son quienes han heredado la democracia y nunca han tenido que tomar el menor riesgo personal en nombre de la libertad. […]
Señores diputados: estoy aquí para defender a mi patria, pues para los húngaros la libertad y la democracia, la independencia y Europa son cuestiones de honor.
Por ello les declaro que el informe que se disponen a aprobar atenta contra el honor de Hungría y del pueblo húngaro.
Las decisiones relativas a Hungría las toman los húngaros en sus elecciones parlamentarias.
Lo que ustedes afirman es nada menos que el pueblo húngaro no es digno de definir sus propios intereses. Creen saber mejor que los húngaros lo que es bueno para ellos. […]
Señores diputados: para nosotros en Hungría la democracia y la libertad no son cuestiones políticas, sino éticas. […]
Por primera vez en la historia de la UE están tomando la grave responsabilidad de excluir a un pueblo europeo de la adopción de decisiones europeas.
Privarían a Hungría de la representación de sus propios intereses dentro de la familia Europa a la que pertenece. […]
Tenemos concepciones distintas del carácter cristiano de Europa, del papel de las naciones y de las culturas nacionales.
Consideramos de forma distinta el principio y la misión de la familia, a la vez que nos oponemos frontalmente sobre la cuestión inmigratoria.
Si queremos establecer una auténtica unidad dentro de la diversidad, las diferencias no pueden servir de pretexto para echar oprobio sobre un país y excluirlo de la toma de decisiones conjunta.
Nosotros nunca nos rebajaríamos a reducir al silencio a quienes no están de acuerdo con nosotros. (Aplausos y risas.) […]
Señores diputados: cada nación y Estado miembro tiene derecho a determinar cómo organizar su vida en su propio país.
Nosotros defendemos nuestras fronteras, y sólo nosotros decidiremos con quiénes viviremos.
Hemos construido una valla y gracias a ello hemos detenido el paso de centenares de miles de inmigrantes ilegales. (Aplausos.)
Hemos defendido a Hungría y hemos defendido a Europa. (Aplausos.)
Hoy es la primera vez en la historia de Europa en que una comunidad condena a los guardianes de sus propias fronteras.
Señor presidente: hablemos en serio. Quieren condenar a Hungría porque los húngaros han decidido que nuestra patria no será un país de inmigración.
Con el debido respeto, pero con la mayor firmeza lamento que las fuerzas proinmigracionistas de este parlamento amenacen, chantajeen y difamen con mentiras a Hungría y a los húngaros.
Le informo respetuosamente que, cualquiera que sea la decisión que adopten, Hungría no cederá al chantaje. (Grandes aplausos.)
Hungría defenderá sus fronteras, detendrá la inmigración ilegal y defenderá sus derechos. Y si es preciso, lo hará también contra ustedes. […] (Gran ovación. Gritos de “¡Viva Hungría!”.)