Ay, Gredos, sic transit gloria mundi… Y no me refiero a la sierra castellana, sino a la editorial que existió en el mundo editorial español. Brilló esplendorosa con su magna colección de clásicos griegos y latinos, sus libros de lingüística y literatura, sus traducciones de obras medievales, sus estudios filosóficos y filológicos… Gredos fue emblemática en el terreno de la Cultura , y publicar en ella otorgaba un prestigio contra el que poco podían instancias más prosaicas…
Sin embargo, ya no existe. Bueno, sigue perviviendo, pero amputada, destrozada, prostituida. Tras su compra por RBA, uno de esos grupos que se pensará editor internacional, si bien con sus actuaciones demuestra no llegar a mercachifle de quiosco, los nuevos gerentes han saldado decenas de títulos, de estudios trascendentales sobre la cultura española, hispanoamericana y europea. ¿Por qué? Me imagino a un encorbatado pipiolín, diplomado en ADE, Master en Marketing y Recursos Humanos, engolando la voz, y defendiendo que ellos se deben a sus clientes, y que la mayoría no “desea un producto” de poesía, ni le interesa ya un análisis de Larra, ni la visión de Hispania en la Antigüedad. Y encima se creerá razonable…
Con la desaparición de Gredos, España pierde una de sus referencias en el mundo editorial de alto nivel. También el acceso a un patrimonio de proporciones descomunales, labrado al cabo de los años.
¿Los culpables? Los directos, los primeros. Pero igualmente quienes han abogado y defienden la educación basura. En ella, las Humanidades no existen, la literatura no se da, y Grecia y Roma son un apéndice sobrante. ¿Qué sentido tendría Gredos entre los adolescentes del futuro? Por desgracia, escaso, pues, ¿para qué quieren a Cicerón si tienen a Harry Potter?
¿La culpable, por tanto? La progresía, sí, esa izquierda divina de carcajadas sin gracia; sin visión del mundo, sin amor a lo propio.
