La superstición económica

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En los primeros años noventa, con un gobierno socialista, se decía que España era el país de Europa donde más fácil resultaba enriquecerse. Y era verdad. Pero era el mismo país donde la policía perpetraba crímenes de Estado, donde el paro crecía sin pausa y donde los jóvenes morían a mansalva por la droga. Hacia el año 2000, con un gobierno de centro-derecha, se decía que “España va bien”  y que nuestra economía era el asombro de Europa. Y era verdad. Pero era el mismo país donde se abortaba a calzón quitado, donde florecía la “telebasura” y donde la identidad nacional retrocedía ante la indiferencia de los poderes públicos. Ahora, 2007, otro gobierno socialista dice que 2006 ha sido el mejor año económico de la democracia. No es del todo verdad. Pero aunque lo fuera, es el mismo país donde una banda terrorista le ha ganado un pulso al Gobierno, donde la inmigración ilegal se ha disparado de manera irresponsable y donde los partidos separatistas se comportan como los amos del corral. Que la economía vaya bien no quiere decir que el país vaya bien. Hay que acabar con esta necia superchería de lo económico. De lo contrario, terminaremos encontrándonos con las manos llenas de dinero… y todo destruido alrededor.

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