Leire Pajín, de Malasaña a Ferraz
Ignacio Peyró
14 de julio de 2008
Lo mejor del ascenso de Leire Pajín al tercer cajón del podio del PSOE es que al menos dejará de repartir píldoras del día después por medio mundo, en nombre de la caridad oficial española. En la Secretaría de Estado de Cooperación Internacional hace ya mucho que se necesitan auditorías de contabilidad y de moralidad. En los tiempos tan recientes de Pajín, el comentario popular es que al final de cada ejercicio sobraba tanto dinero que había que ir de gruesas comilonas cada día. No sería este el primer exceso de Pajín, capaz de toda ira para abrir la sala VIP de un aeropuerto y aficionada a terminar los botellines de ron de la clase business. Es por algo que viajaba con los amigos. En general, para ver a los miembros del gabinete de Pajín en los viajes internacionales, sólo hacía falta fijarse en los elementos más macarras.
Hoy se dice que Pajín es muy amiga de la Reina, cuyo trabajo consiste, en efecto, en llevarse bien con todo el mundo. Eso incluye a Leire Pajín, con quien ha compartido no pocas gymkhanas internacionales aunque al menos libró a doña Sofía de vestirse de africana en Maputo. Ciertamente, el nivel intelectual de Leire Pajín no llega ni a la correcta articulación del castellano, por lo que a la mujer sí que hay que reconocerle algo de carácter: en la Secretaría de Estado de Cooperación era de esperar tanto naufragio que las noticias de silencio terminan por parecer consoladoras. Lo malo es que en su día –septiembre de 2007- se silenció también su viaje para llevar cooperación a Cuba.
En el nombramiento de Leire Pajín como número tres del PSOE, no ha faltado la emotividad de saber que Zapatero le miró a los ojos significativamente, quizá como un burro se mira en un espejo. Pajín, sin embargo, lleva mucho siendo alguien en el PSOE, incluso en ese PSOE valenciano que hace tanto ya vive en la ignavia. Así, la aparente ligereza de carácter de Pajín, es frío y rigidez interna, nada inhabitual en quien nació en una familia del PSOE y desde los quince años vive del PSOE, con tiempo sin embargo para estudiar Sociología y así esquilmar cualquier posibilidad de pensamiento no ideologizado. En estos años, su familia ha venido prosperando: su madre sustituyó a su padre como vocal del PSOE en Benidorm, en tanto que su padre pasó a trabajar en la Administración del Estado. La política familiar empieza en casa.
De Malasaña a Ferraz, esa Leire tan joven que frecuentaba los garitos más alternativos es –como se veía venir- el nuevo perfil de la clase privilegiada de Zapatero, junto al también alternativo Pedro Zerolo. Es la entrega sin matices de Pajín lo que ha llevado a Zapatero a su ascenso mientras los amigos de primera hora pasan a la desactivación política en los mejores destinos. Es curioso ahora pensar que el PSOE se las dio de intelectual en otro tiempo.
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