¡Olé, Moratinos, con un par!

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Ya lo sabemos. Hasta este instante era una incógnita, pero ahora el ministro Moratinos ya nos ha hecho sabedores del enemigo con el que podemos enfrentarnos.

Afortunadamente no ha habido ocasión de hacerse los grandullones con Francia (que encima te traen a españolas detenidas en África), o con Alemania (que no convoca la cumbre bilateral), o con Japón (¿Japón?).

Tuvimos problemas, eso sí, con otros grandes países: Chad (no dejaron aterrizar a la legación española), con Marruecos (retiraron al embajador, no cesaron en violencia verbal contra España), con Argelia (subió el precio del gas tras el tino de ZP respecto al Sáhara), con Nicaragua (el presidente se permitió atacar a José María Aznar) y, por supuesto, con Venezuela (¿¡por qué no te callas!?). Ante estas potencias, Moratinos hubo de sacar lo mejor de su sabiduria diplomática y abstenerse de una toma de posición que España, por su debilidad, no puede permitirse contra gigantes del planeta.

Sin embargo, esta pasada semana hemos sabido ya contra quién puede ponerse chulo el gobierno de ZP. Ya estamos tranquilos y con dosis renovadas de amor patrio. Las dudas han sido despejadas, nuestros pequeños pueden sentirse orgullosos de su país y mirar cara a cara al contrincante. Si Moratinos lo llega a pensar, no le sale tan redondo. ¿Ante qué Estado ha emitido una nota de protesta el brillante ministro? Ante el Estado de la Ciudad del Vaticano, ¡el más pequeño del mundo! Moratinos, machote, ¡con dos cojones!

Éste es el nivel de los socialistas, éstas son sus grandes miras: en vez de parar de un grito a cuatro dictadorzuelos, emiten una protesta al Vaticano por lo que la Conferencia Episcopal Española ha dicho o dejado de decir. ¡Qué obsesión! Contra los curas sí que se atreve esta pandilla de aficionados, estos vendecabras para incautos, este PSOE de regional preferente. Si los encargan más cortos, no los encuentran.

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