Querida comunidad parroquial: deseo deciros que en nuestro templo estamos dispuestos a bendecir en unión matrimonial, con Misa de Esponsales y bendiciones en latín, a relación retrógrada, heterosexual, anticuada, heteropatriarcal, basada en valores y virtudes tradicionales como la custodia de la pureza hasta el matrimonio y todo eso. Como requisitos indispensables deberán tener, el varón, cromosomas XY y la mujer XX, identificándose ambos tanto psicológica como espiritualmente con el sexo asignado por Dios al nacer, sin re-significación de este concepto.
La ceremonia, cargada de inciensos y cánticos medievales, estará rodeada de una simbología machista donde la novia se llevará todas las miradas al ataviar, con pudorosa belleza, su hermoso vestido blanco gracias a los cánones provenientes de una sociedad heteronormativa.
El futuro esposo oprimirá a su mujer trabajando de sol a sol para llevar los ingresos al hogar, de modo tal que toda la actividad de su esposa se centre en la de parir, cuidar y educar a los niños que Dios les envíe en los principios machistas heteropatriarcales de la caballerosidad para los niños como, por ejemplo, permitir primero el paso a las damas, pagarles las invitaciones o decirles lo bien que se ven, demostrando así la admiración y protección debido a su condición de sexo débil, esperando a cambio una sonrisa, un guiño de ojos, o nada.
A las niñas, bajo los mismos principios, deberán educarlas bajo los mismos planteos retrógrados y cavernícolas del “uno con una para siempre”, haciendo especial hincapié en la femineidad, delicadeza y dulzura de una madre cristiana.
Dios los guarde. El párroco.
Este artículo, escrito por un agudo y mordaz sacerdote argentino amigo de El Manifiesto, constituye, junto con el de Cosme de las Heras —otro mordaz y agudo autor—, una excepción en nuestro periódico. Nos complace publicarlos (no sólo de secesiones catalanistas vive, por lo demás, el hombre…) por el interés de ambos artículos. Pero aparecen como “Tribuna Libre”, pues sabemos que van a despertar abundante y esperamos que fructífera polémica entre nuestros lectores. El artículo de Cosme de las Heras, "A favor del aborto entre inmigrantes", la generará porque cualquier mención del aborto que no sea para prohibirlo sin más trámite hace que se desgarren las vestiduras de mucha gente de nuestro ámbito de pensamiento. El artículo del padre Javier Olivera Ravasi lo hará… por razones diametralmente opuestas: porque, si legítima y necesaria es la defensa del matrimonio heterosexual, las cosas se fastidian y queda dañada tal defensa cuando se empieza a abogar en favor de las dichosas indisolubilidades matrimoniales y de las aún más dichosas virginidades prematrimoniales.
