Las tropas secesionistas amontonadas en el Salón Victor Pradera, actualmente Paseo Luis Cpmpanys (nombre del autor o cómplice del Terror rojo en Cataluña de 1936 a 1939) pasaron en ocho segundos del júbilo exultante ante la proclamación de la República bananera de Cataluña a las lágrimas del dolor y frustración que les causó el anuncio de la suspensión de la misma.
Este ferviente apoyo a la secesión que es el periódico Público ha publicado, pese a ello, un magnífico reportaje fotográfico de ambas situaciones.
Faltan, es cierto, otras imágenes (pero ya entonces las turbas se habían ido a casita): las del júbilo que les debe de haber producido el manifiesto ulterior del presidente mentiroso y de los parlamentarios sediciosos, manifiesto en el cual, olvidando la suspensión anunciada dos horas antes, vuelven a la proclamación pura y simple de la secesión.