Lo que todos nos jugamos en las elecciones del domingo 28 de abril es tan evidente que a estas alturas nadie duda de que nos encontramos ante las elecciones generales más importantes desde la aprobación de la Constitución Española, en 1978. El dilema nos acucia: continuar hacia adelante en la convicción de que construimos un futuro en armonía con nuestro pasado, el legado de generaciones que han hecho posible a España, o romper la baraja e iniciar una serie interminable de reformas constitucionales para acabar convirtiendo a nuestro país en una confederación de territorios gobernados por separatistas, bolivarianos, feminastas y mundialistas que odian a la cultura europea en general y a la española en particular. Esa es la cuestión y no otra. Santiago Abascal lo expuso con claridad en su discurso de fin de campaña (Madrid, 26/04/2019).
De momento, lo urgente: acudir a las urnas.
Mañana...
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