Ya tiene tarea para la cárcel
El "petit point" del batasuno Barrena
elmanifiesto.com
06 de febrero de 2008
La pertenencia enloquecida a un grupo, clan o club a veces llega a ser irracional. Los más exaltados, los aficionados al fútbol. Los seguidores del Real Madrid o del Fútbol Club Barcelona, por citar algunos, son capaces de pagar todo el dinero del mundo por tener el albornoz, la tarta de cumpleaños o hasta el calzoncillo o tanga con el anagrama del equipo de su vida. ¡Qué bonito el escudo en la colcha del cuarto del niño o su grabación en el vaso de cristal para los cubatas del sábado con los amigos! La fe ciega por el club de tu vida llega en algunos casos a ser tan irracional como hortera. Pero ese fenómeno casi psicológico no sucede sólo en el mundo del deporte.
Raquel Martín
¿Quién no tiene un conocido con un cuadro en punto de cruz con el escudo del ayuntamiento de su pueblo? Yo conozco a uno que lo tiene con el de Cercedilla, precioso pueblo de la sierra de Madrid. Dejando a un lado llaveros, mecheros, bolígrafos..., que son objetos muy previsibles, sin lugar a dudas el mayor elemento de adhesión emocional a un grupo se demuestra cuando en casa, en el salón o en el lugar preferencial del dulce hogar, uno cuelga el cuadro en punto de cruz o en petit point con el anagrama del club de su vida.
Tiene un valor testimonial incalculable y, además, ¡demuestra un amor...!
El arte del bordado además tiene un gran sentido. Belén, una amiga mía, hace cuadros de punto de cruz enormes. A mí me regaló un abecedario con flores llenas de mil tonalidades de colores. Ella comentaba que bordando se concentraba y se relajaba, y que al finalizar cada obra de arte, después de tanto tiempo entregado y sacrificio para la vista, siempre le dan ganas de regalarlo. El bordador, en cada puntada, da un suspiro, se entrega, deja parte de su vida al finalizar cada cuadro. Bordar es una afición que se está perdiendo, pero que tiene un gran valor y sentido porque transmite ciertos valores como la creatividad, la constancia o la paciencia.
Hoy hemos conocido que la Policía ha encontrado valiosísima documentación, ordenadores y cajas llenas de papeles en la casa del batasuno Pernando Barrena. Pero también se ha incautado de un primoroso cuadro de petit point con el anagrama de ETA. ¡Qué tierno! Según las fotos, está muy bien bordado con la serpiente enroscada en el hacha y todo. El cuadro es grande y cabe hasta el lema de la banda terrorista: "Bietan jarrai" (luchar hasta la muerte).
Por supuesto que nuestros agentes de las fuerzas de seguridad lo descolgaron de su casa de Berriozar y lo llevan como parte de las pruebas ante el juez Garzón.
Hay veces que el sentimiento y el corazón delatan más que muchos discursos y alegaciones. Yo, si fuera el magistrado de la Audiencia Nacional, enviaba a Barrena a la cárcel junto al resto de la Mesa Nacional del brazo político de ETA y le ponía a bordar, que seguro que va a desarrollar muchos buenos sentimientos entre hilada e hilada; además, el silencio de los ratos de costura da mucho que reflexionar. Casi todos los etarras hacen estudios a distancia durante su estancia en la cárcel. Si me entero de la prisión en que va a ingresar, hasta le pago el curso de punto de cruz de Planeta Directo.
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