Primaveras árabes
Hay mucha desinformación y grandes errores de interpretación (a la occidental) sobre lo que está aconteciendo en torno a este fenómeno. En primer lugar, habría que matizar, y en lugar de denominarlo "Primaveras Árabes", deberíamos llamarlo "Primaveras Islamistas", y además, puntualizando que son "Primaveras Suníes". Allí donde ha habido un intento de "Primavera Chií", como en Bahréin, las protestas han sido reprimidas con el total beneplácito de sus patrocinadores internacionales (entre bambalinas), e incluso ignoradas por la Opinión Pública occidental.
Y he aquí la cuestión: ¿de verdad es sostenible que estas revueltas son un fenómeno espontáneo fruto de las "redes sociales" o del boca a boca?.
Las Primaveras guardan un enorme parecido con las "Revoluciones de Colores" (made in USA) que se han utilizado para tratar de acorralar y cercenar a Rusia en los países del Espacio Post-soviético. Además, en esta ocasión, los intereses de la política exterior de los EEUU son coincidentes con los de su gran aliado en la zona, Arabia Saudí , donde curiosamente tampoco ha pasado "nada". De este modo, esta monarquía absoluta ha tenido la gran oportunidad para expandir su influencia geopolítica hasta el Mediterráneo, haciendo la competencia por la supremacía geopolítica en el mundo islámico a Turquía e Irán.
En definitiva, no podemos tener dudas de la implicación de terceras partes en estas revueltas, cuando incluso hay implicados en el proselitismo del intervencionismo militar occidental en estos conflictos, como el belicista neocon Bernard Henri-Levy, quién públicamente alardean de haber participado en esta opereta.
Verano norteamericano
La posición geoestratégica de Estados Unidos en el Magreb y en Oriente Medio se consolida en este revival de la Santa Alianza con los príncipes saudíes, por el que unos se quedan con "los dineros" y los otros con "las almas".
Si el norte de África era hasta el inicio de las Primaveras un "feudo" para los países y empresas europeas, surgen ahora numerosas incógnitas, especialmente para el sector energético Europeo, de si el papel de la política exterior de sus gobernantes ha sido el más adecuado para sus intereses económicos.
Otoño en Europa
Y es que Europa se ha visto de repente con una triple amenaza bajo sus pies: empeoramiento en su dependencia energética de países islamistas, éxodo migratorio masivo, y la bomba de relojería que supone tener a millones de islamistas radicalizados y con espíritu expansionista y revanchista bajo sus pies
… E Invierno en Israel
Y no un invierno "nuclear" derivado de un posible conflicto hipotético con Irán, si no un invierno real, estratégico, demográfico, y lo que es más peligroso, de desestructuración social. Por primera vez en la historia de Israel, los intereses de los Estados Unidos divergen de los del Estado israelí, y esto se debe entre otras causas, a la profunda división social en el seno de la comunidad judía. Cada vez existe un abismo mayor entre el judío de Nueva York y el de Tel-Aviv. Uno es internacionalista y el otro nacionalista, para uno lo primordial son los negocios y para el otro la defensa de "su tierra".
A pesar de los intentos por “fidelizar” a la comunidad hebrea con el Estado de Israel (como promover visitar Israel al menos una vez en la vida), lo cierto es que al judío de Nueva York (o Paris, como el propio Bernard Henri Levy) no solamente no entiende ni quiere entender al judío de Tel-Aviv (no quiere vestir chanclas ni irse a patrullar a los Altos del Golán), sino que además este judío de Tel-Aviv es cada vez más molesto para su actividad empresarial y financiera, debido a la mala imagen pública que genera en el ámbito internacional.