Y dicen que ha ganado el pueblo...
POLEMIA
10 de noviembre de 2008
La victoria de Barack Obama significa la derrota de la Norteamérica tradicional y de las clases medias blancas. Obama ha sido elegido por las minorías étnicas y la hiperclase mundial, habiéndose impuesto al conjunto de la población norteamericana gracias al considerable apoyo del que ha disfrutado en los medios de comunicación.
Los Republicanos estaban gastados: marcados por el fracaso de su política exterior neoconservadora en Irak, Afganistán y Pakistán; golpeados de lleno por la crisis financiera y económica mundial. Sin embargo, la elección como presidente de Estados Unidos de Barack Obama, un mestizo, considerado como “negro” en la terminología nortenorteamericana, no deja de ser un acontecimiento simbólico especialmente importante.
Veámoslo más detenidamente.
Elegido por las minorías étnicas
Obama se presentó al comienzo como un candidato “post-racial”; pero a pesar de sus ambigüedades y gracias a su mujer Michelle (una sister), Obama se hizo reconocer como un “hermano” por los norteamericanos negros. Según los sondeos, recogió alrededor de un 90% de los votos de la población negra, los cuales representan del 11 al 12% del electorado.
Se trata de un voto “racial”, tanto más cuanto que, en la comunidad negra, era casi imposible pronunciarse, ni siquiera en Internet, a favor de McCain. Obama también se benefició del voto de una mayoría de los 9 millones de electores hispanos, los cuales son por lo demás quienes inclinaron a favor de Obama el resultado electoral en Nuevo México, Nevada y Florida.
Para seducir a los hispanos, Obama (a diferencia de McCain) les dirigió mensajes en español, rompiendo así con la norma de unidad lingüística en Estados Unidos, norma que hace del inglés una de las señas de identidad del país.
La preferencia de muchos hispanos también se vio ampliamente determinada por razones étnicas: esta categoría sociolingüística está formada por mestizos que mezclan sangres blancas, indias y negras. Han podido reconocerse en Obama, una especie de Lara Croft de la vida real.
Además, muchos electores hispánicos se sienten solidarios con los trabajadores clandestinos mexicanos y sudamericanos; se oponen de tal modo a las clases populares blancas acerca de la cuestión de la inmigración; añadamos que los hispanos se benefician, como los negros, de las medidas de discriminación positiva en el acceso a las universidades, a los empleos y a la vivienda (muchas de las hipotecas subprimes –denominados irónicamente “Sanchez”– lo eran sobre bienes pertenecientes a hispanos).
Tanto para los negros como para los hispanos, a menudo las motivaciones electores han sido a la vez étnicas y sociales.
Según un sondeo preelectoral de Gallup, efectuado en octubre de 2008, un 74% de otra minoría, la comunidad judía, también se ha pronunciado a favor de Obama, el cual ha salido elegido en los Estados en los que hay una numerosa comunidad judía: costa Este, California y Florida.
A diferencia de las anteriores minorías, se trata en este caso de una minoría rica, puesto que sus ingresos medios son dos veces superiores a la media estadounidense y tres veces superiores a los de los negros e hispanos.
La habitual alianza «progresista» de los judíos y negros a favor del Partido Demócrata se ha se ha vuelto a formar ampliamente, así pues, en torno a Obama; es el final del episodio neoconservador, durante el cual una parte importante de la comunidad judía se había unido al campo republicano, habiendo ejercido sustancial influencia sobre la política exterior de George Bush.
Este conjunto de datos permiten establecer las siguientes magnitudes aritméticas:
– Electorado negro: 11% del electorado total; 10% para Obama, 1% para McCain
– Electorado hispano: 8% del electorado total; 5% para Obama; 3 % para McCain
– Electorado judío: 3% del electorado total; 2% para Obama, 1% para McCain.
En estas condiciones, para salir elegido presidente, McCain hubiera tenido que obtener imperativamente más de un 58% de los votos blancos o asiáticos. Un verdadero reto, dada la fuerza de los apoyos financieros y mediáticos de Obama.
Elegido por la hiperclase mundial
Como lo reconoció el senador republicano de New Hampshire Judd Creg: “Hay en Wall Street una innegable simpatía a favor de Obama. Se debe en parte a que hemos perdido nuestras raíces”.
En cualquier caso, Obama contó con el apoyo público y manifiesto de los multimillonarios Warren Buffett y George Soros, habiendo obtenido fondos por parte de los directores de los principales bancos de negocios de Wall Street… antes de que éstos desaparecieran. Y en Chicago, su cuartel general, uno de sus principales protectores fue Kennett Griffin, el director del Fondo especulativo Citadel Investment.
Y aunque los medios de comunicación han insistido con suma complacencia en las aportaciones efectuadas por los pequeños donantes, la mayor parte de los 660 millones de dólares recaudados por Obama para su campaña electoral (record estadounidense y mundial) han procedido esencialmente de los norteamericanos más ricos.
También ahí la aritmética es elocuente: cientos de miles de donantes a menos de 100 dólares pueden, ciertamente, aportar algunas decenas de millones de dólares, pero ello representa menos del 10% del total de lo recaudado. El resto de las donaciones procede de los sectores de las finanzas, de los negocios y de los lobbies: el principal grupo donante, con 740.000 dólares, es el del banco de negocios Goldman Sachs, de donde procede el actual Secretario del Tesoro Harry Paulsson; lo cual contribuye a explicar que el plan de rescate financiero presentado por Paulsson haya sido sumamente apoyado por… Obama.
Esta movilización del dinero de los ricos a favor de Obama le ha permitido a éste asfixiar la campaña publicitaria de John McCain en una relación de uno a cuatro, e incluso en algunos casos de uno a ocho, según el periódico canadiense El Deber . Dichos recursos también le han permitido aplicar un marketing electoral muy agresivo en Internet. Y, como es bien sabido, en unas elecciones ¡quien gana es generalmente quien más gasta!
Además de los medios de negocios de la hiperclase mundial, también otros sectores han dado su apoyo a Obama: el mundo de la moda, por ejemplo, se ha comprometido hasta tal punto a favor del senador de Illinois que el New York Magazine titulaba: “La recogida de fondos a favor de Obama por parte del sector de la moda constituye en sí misma un mini desfile”.
El mundo del “arte” contemporáneo y el del rock también han apoyado a Obama, al igual que la mayoría de la gente del “famoseo”, es decir los famosos que acaparan la atención de los medios y de la prensa rosa.
El éxito de Obama, o la alianza de Wall Street y Hollywood
Sólo la country Music, música tradicional y europea de la América profunda, tomó partido por McCain y Sarah Palin.
Los Estados con gente más pija de Estados Unidos han votado por Obama, el cual ha obtenido el 67% de los votos en Vermont (lugar de vacaciones de los pijos progres estadounidenses) y entre el 62% y el 63% en Rhode Island, Massachusetts y Delaware.