El Estado Islámico y Al Qaeda son rivales, aunque ambos sean suníes, y son, sobre todo, antioccidentales. Sin embargo, poca gente presta atención al movimiento de rechazo a Occidente más peligroso, que es Arabia Saudí. Es de ahí de donde sale Al Qaeda, Bin Laden y el propio EI que bebe de su ideología y vive de su financiación. Arabia Saudí, Emiratos Árabes y Kuwait sustentan a estos radicales, por más que vendan que los están persiguiendo, eso sí, siempre que actúen en sus territorios.
Porque no hay interés en acabar contundemente con esos radicalismos. Lo que importa ya no es el petróleo, sino los flujos de capitales que hay entre Arabia Saudí y Estados Unidos. Hay demasiados intereses financieros manejados por grandes inversores estadounidenses.
Los radicales islámicos han visto la debilidad de Occidente y ven, sobre todo, a Europa acobardada. Yo creo que se equivocan, porque Europa sigue siendo una gran potencia económica y cultural, y Estados Unidos una gran potencia militar y económica.
En el Corán se exhorta a hacer la guerra por Dios para difundir la fe musulmana. Yihad significa dos tipos de esfuerzo: uno es el interior y el otro el del combate físico contra los enemigos del Islam. Para el 90% de los musulmanes, la yihad tiene que ver con ese combate. Es una obligación de todo musulmán luchar contra los enemigos del Islam.
Los occidentales tenemos que temernos a nosotros mismos, a la debilidad que tenemos y que mostramos. Nuestra sociedad, sobre todo la española, se ha vuelto muy blandita porque se ha acostumbrado a vivir demasiado bien y no nos percatamos de que hay otras sociedades que viven mal y que no tienen el concepto del valor de la vida que tenemos nosotros. Cuando se vive en situaciones precarias se relativiza mucho lo que se hace, aunque la mayor parte de los terroristas tan sólo cumplen órdenes de dirigentes.
Personas que no son pobres como ellos, gente acomodada que actúa por venganza, rencor, revancha y resentimiento personal. Son personas que viven entre nosotros resentidas con la sociedad y que, si no hacen algo, atisban un futuro frustrado y un presente muy feo.
No, pero sí que vemos que se unen a partidos como Podemos que critican al sistema, algo que, por cierto, ya hacían los neonazis.
No. Podemos es una cosa muy poco seria en origen que puede darnos muchos disgustos en el futuro. ¿Qué se puede esperar de un partido liderado por unos profesores universitarios de tercer nivel que en vez de estudiar se fueron a Venezuela?
Por supuesto. La retirada colonial de los años 50 dejó un vacío político y administrativo en los países que se hicieron libres que ocupó el Islam desde las mezquitas como fuerza de cohesión. Los europeos se replegaron y renunciaron a su influencia cultural e ideológica en esos países, y además la religión cristiana, eje de las políticas europeas, dio paso a movimientos laicos y nos quedamos sin retaguardia moral en la que refugiarnos. Las convicciones religiosas siempre dan seguridad y cohesión a los grupos humanos. A todo esto hay que unir la eclosión demográfica de los países musulmanes que ha sido importada como mano de obra por muchos países de Europa. Tras la guerra del Yom Kippur del 73, muchos países se encontraron con un dinero del petróleo con el que jamás habían soñado, luego pasaron a los flujos financieros y de inversión con Suiza, Inglaterra, Alemania y Estados Unidos, y ahora dan la calderilla que les sobra a los radicales. Para un ejército de desarrapados, el dinero que recibe de Arabia Saudí es agua de mayo.
De la bestialidad del ser humano. Si no se les diera tanto pábulo en los medios de comunicación, otro gallo cantaría.
Es cierto. Lo hacen para aterrorizar y someter a la población árabe musulmana que tienen subyugada.
Nuestro temor será exagerado en Monforte de Lemos, donde apenas hay musulmanes, pero no lo es en Granada donde ya hay más de 20.000, o en el Raval de Barcelona, donde quieren imponer sus normas. Lo que tenemos que hacer en España es tener cuidado y dejar claro a los musulmanes que tienen que acatar nuestras leyes y nuestra Constitución. Eso es lo que no se hace.
Con la distancia que da el tiempo se pueden hacer todo tipo de juicios. Creo que en esa actuación hubo errores de cálculo y errores de información. Aznar fue víctima de esos errores y los tres actuaron engañados por la CIA. Lo que sí está claro es que Irak empleó armas de destrucción masiva en algún momento, luego accedió al desmontaje de esas armas y no le creyeron. Al trío le metieron un gol, como se lo metieron a Bush el 11-S. Es cierto que Sadam Hussein era una bestia, pero era nuestra bestia, como se soporta al rey de Marruecos porque la alternativa es cruda y es el islamismo radical. En Libia pasó lo mismo, porque Gadafi era otra bestia, pero también una pieza clave para la estabilidad en el Mediterráneo. En Egipto, centro del mundo árabe, estaba otro tirano, Mubarak, un ladrón y un abusón, pero que daba cierto equilibrio con Israel y Estados Unidos. En Siria ya vemos lo que está pasando. Bachar al-Asad es otro tirano, musulmán alauí, que se puede llevar bien con los chiíes de Irán antes que con los suníes. Todo ese descontrol ha sido aprovechado por los radicales, que dicen: somos musulmanes y vamos a poner el Reino de Alá sobre la Tierra.
Tendrá que ser Arabia la que acabe con el califato de EI que tan bien suena en los oídos de un musulmán. Supongo que en esa confrontación será el Estado Islámico el que salga exterminado.
Obligándoles a cumplir las leyes como las tenemos que cumplir el resto de mortales. No hay fórmulas mágicas.
Porque no les da la gana y porque, insisto, no se les obliga a acatar las leyes. Yo tengo que cumplir las reglas de tráfico y no me siento por ello nada oprimido.
Depende de nosotros y de las ganas que tengamos de garantizar la apertura y la tolerancia de nuestra sociedad que da cabida a todas las religiones. Lo que no tiene que haber cabida es a la intolerancia.
El problema de la inmigración pasa por defender seriamente nuestras fronteras. Yo no puedo entrar en Nigeria por donde quiera y sin documentación. Hay que presionar a Marruecos desde la diplomacia porque, cuando ayuda en este problema se ven pronto los resultados. Lo que está claro es que en España se trata bien a los inmigrantes. Otra cosa es lo que sucede en Ceuta y Melilla. Hay que hacer ver a Marruecos mediante hechos que son territorios nuestros, y eso se hace con más inversión en esas ciudades e impidiendo que la proporción de musulmanes crezca como está creciendo. Los gobiernos españoles han demostrado una gran inopia con este tema. Si no se actúa, la balanza en pocos años puede estar a favor de Marruecos. Donde sí funcionan las relaciones entre España y Rabat es en el tema de la seguridad para frenar el islamismo radical.
Y así es y ¡menos mal que en Andalucía no cuaja de forma seria! Pero ya hemos visto a los catalanes, a los vascos y a los gallegos. En Andalucía es ahora el PSOE el que enarbola la bandera de un nacionalismo artificioso y están como locos buscando hechos diferenciales, e incluso los hay independentistas. Hay filólogos que hasta quieren inventar una lengua andaluza. Blas Infante encontraba el hecho diferencial andaluz en que en esa tierra estuvieron los musulmanes.
Esa es la respuesta que ha dado a un artículo que escribí hace unos meses. No me parece que Goytisolo se merezca el Cervantes. Eso es más bien una majadería del secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, un pepero que quiere hacerse el progre por lo que pueda pasar en el futuro.
Goytisolo nunca ha sido de izquierdas y ha jugado siempre a la ambigüedad. Es un personaje que se aprovecha de España para lo que le conviene y cuando no le conviene la desprecia y dice que le da asco. Siempre ha sido un señorito que ha vivido de hacerse la víctima y de creerse un escritor maldito. ¡No puede darme lecciones de antifranquismo alguien que se ha pasado la vida viviendo en París y Marrackech!
Si ser de izquierdas es ponerse tras una pancarta con UGT, CCOO y Podemos, yo no soy de izquierdas. Fui militante del Partido Comunista y no me arrepiento, ni me jacto, ni me avergüenzo. ¡Eso sí! Nunca fui progre ni me sumé al PSOE para buscar una poltrona. No estoy afiliado a ningún partido y resulta que ahora Goytisolo dice que soy facha porque no me trago su bola árabe y su retórica majadera de Américo Castro. Goytisolo, que no lee nada, se ha quedado con Américo Castro y no se entera de nada.
Le recomendaría a Goytisolo que leyese a Sánchez-Albornoz. Hoy en día, nadie, ni los historiadores arabistas se creen eso de que Al-Andalus fue un crisol.
Fue una época terrorífica y las pervivencias que quedan de ella en España son escasísimas. Como digo esto, Goytisolo siente que le rompo el juguete. También soy crítico con Sánchez-Albornoz porque no creo que lo que somos hoy sea continuidad de la Cueva de Altamira.
No sé si se produjo la batalla de Covadonga, lo que sí sé es que en el siglo VIII entraron unos 100.000 árabes en la Península y entre los años 730 y 740 se dieron unas hambrunas tremendas en las zonas de Asturias y Galicia que obligaron a los musulmanes que se habían asentado en el Norte a regresar a su tierra bereber. Fue un éxodo obligado por el hambre más que una heroica batalla de don Pelayo, que desde luego aprovechó esa huida para impulsar la monarquía astur-leonesa.
Que no saben de lo que hablan.
A Maimónides y a Averroes…, ¡y resulta que los dos fueron personajes perseguidos por los musulmanes! Los que dicen eso no tienen ni idea, son políticos y escritores aficionados como Goytisolo. Maimónides era judío, y cuando la ocupación almohade se tuvo que islamizar a la fuerza. Se fue a Marruecos y luego a El Cairo, donde vivía como criptojudío hasta que fue procesado por apóstata. Tuvo la suerte de que un amigo suyo le ayudase durante el proceso y le absolviesen. Maimónides maldice en su epístola a los judíos de Yemen, al islam y a los cristianos.
Nunca hubo armonía: eran tres comunidades yuxtapuestas con intercambios comerciales, económicos y administrativos. Lo que había eran dos culturas y tres religiones porque los judíos tendieron a adoptar la cultura romance o la árabe. Era lo más parecido al Apartheid de Sudáfrica.
No digo exactamente eso. Lo que creo es que las feministas occidentales tienden a ser grandes defensoras de otras culturas, y por razones políticas toman o no partido por una cosa u otra. No les veo alzar mucho la voz por las mujeres cristianas que están matando en Nigeria, pero pronto enarbolan la bandera de la libertad religiosa si, por razones de seguridad, a una musulmana no la dejan entrar en un espacio público con el pañuelo puesto. Son feministas y progres que tienen una doble vara de medir. ¿Por qué se hace la vista gorda con las niñas de nacionalidad española que se llevan a Senegal para mutilarlas? Eso hay que perseguirlo penalmente. Las feministas son sumamente laxas para unas cosas y tremendamente intransigentes para otras. En España hace falta un poco más de objetividad.