La grandeza está en el momento supremo

Saber vivir, saber morir

Cinco soldados españoles han muerto en acción en el Líbano. La semana pasada era un soldado británico, Neil Downes, de veinte años, quien moría en Afganistán. La prensa ha dado a conocer la carta que Downes dejó escrita para su novia, Jane, en caso de morir en acción. El documento es de una sencillez y una honradez extraordinarias. Emociona por su tono jovial y sereno. Es también el testimonio de un hombre que ha asumido plenamente su destino. Hoy más que nunca, un texto que hay que leer.

Compartir en:

CURZIO MALATESTA 

El soldado de la Guardia Real Británica Neil “Tony” Downes, natural de Droyslden, Manchester, murió este mes en Afganistán a causa de la explosión de una mina. Tenía 20 años.

Hubiera sido un fiel servidor de en la legión de Iulio Agrícola, el fundador de Manchester, Mamucium (el monte con forma de seno).Se ve que la modernidad no nos afecta a todos por igual.
 

Aquí transcribimos la carta-testamento que le tenía preparada a su novia, Jane Little, en caso de ser alcanzado por la Parca, en forma de ingenio letal talibán. 

No nos interesa tanto la explotación sentimental, como observar la alegría y la generosidad del muchacho, esa de los que saben vivir, como decía una canción de un grupo de rock asturiano: saber vivir es ir hacia la muerte alegre y despreocupado como si fueses a la muerte de otro.

La carta dice así: 

“¡Hola Preciosa!

Siento hacerte pasar por todo esto, cariño. ¡Lo siento de verdad! 

Solo quería decir te quiero en unas pocas últimas palabras.

Lo único que quiero que sepas es cuánto te he querido. Eres la niña de mis ojos, y estaré mirando por ti siempre.

Mary, Jane, Ian, Tom, Craig, Lee… gracias por aceptarme y verme capaz de cuidar de vuestra hija/hermana. No olvidaré lo encantadores que habéis sido conmigo.

¡Pero ahora me ha tocado la lotería! Jajaja. 

Jane: espero que tengas una vida maravillosa y plena. Que te cases y tengas hijos.

Te querré por siempre y te volveré a ver cuando estés vieja y arrugada. 

Les he dicho a mis padres que te dejen algo del dinero de mi seguro… ¡Así que pásalo bien!

OK. Ya me voy, guapa. 

Te quiere siempre, Tony."

Y no hay nada más que decir.

Todos los artículos de El Manifiesto se pueden reproducir libremente siempre que se indique su procedencia.

Compartir en:

¿Te ha gustado el artículo?

Su publicación ha sido posible gracias a la contribución generosa de nuestros lectores. Súmate también a ellos. ¡Une tu voz a El Manifiesto! Tu contribución, por mínima que sea, dará alas a la libertad.

Quiero colaborar