¡Bombazo! El próximo 11 de marzo se estrena la primera película en la que Michel Houellebecq demuestra que, además de ser el gran y famoso escritor que todos sabemos, es también un gran libertino. O un gran provocador.
El erotismo que rezuma en todas sus novelas (envuelto en ese tono desencantado y agrio que caracteriza todo lo suyo; un tono que prosigue, por cierto, en el tráiler que aquí les ofrecemos), no es un mero asunto de ficción. Es un asunto que marca su vida. Y la de su actual tercera esposa, la china Qianyum Lysis Li, joven mujer (unos veinte años menor que su afortunado y sexagenario marido), la cual le había organizado un sarao erótico en Marruecos, donde pensaban celebrar juntos su luna de miel, en compañía de lo que en Grecia se habría llamado un nutrido grupo de hetairas. Sin embargo, no les quedó más remedio que desistir del proyecto, pues eran demasiado grandes los riesgos que para la integridad física del autor de Sumisión hubiese significado su presencia en un país musulmán.
Entristecido, se lo contó todo a su amigo, el cineasta holandés Stefan Ruitenbeek, quien le encontró una alternativa aún mejor. La de acostarse —y, en este caso, pro gratis et amore— con las numerosas jóvenes holandesas que estarían encantadas de yacer con él. De este modo, desaparecían aparentemente los peligros islámicos que su presencia pudiera entrañar.
Sólo, sin embargo, desaparecían en apariencia tales riesgos, ya que, según una noticia que figurará en nuestra próxima CARTA CONFIDENCIAL, en Holanda ya se ha superado o se estaría cerca de superar el umbral del 50% de inmigrantes. Con lo cual, los riesgos, aunque menores, tampoco eran inexistentes, como bien experimentaron en su día los dos líderes de movimientos identitarios que fueron asesinados, hace algunos años, por luchar contra la Gran Sustitución migratoria.
Volvamos a nuestra historia. El amigo cineasta de Houellebecq le puso una sola condición: ser filmado en tan gozosos (o tristes, depende) fornicios. Está visto que, en el mundo de hoy (ese mundo que tanto parece criticar Houellebecq), el exhibicionismo y la fama —cuya conjunción se llama famoseo— es lo que domina. Sólo el estrellazgo del escritor puede explicar la reacción de las holandesas. No, desde luego, los atractivos de su persona.
El resultado es la película titulada Kirac27, pues será el vigesimoséptimo episodio de los lanzados por el colectivo de artistas que lleva dicho nombre. Los diecisiete primeros se pueden ver de forma gratuita. A partir del decimoctavo se reclama, sin embargo, una pequeña contribución destinada a autofinanciarse.
[Lo mismo, ya es casualidad, que va a hacer próximamente EL MANIFIESTO con su CARTA CONFIDENCIAL. Lo sentimos mucho, pero llevamos veinte años financiándolo todo nosotros solitos. La única diferencia es que, en nuestro caso, no habrá ninguna peli erótica de por medio. Salvo si uno de nuestros colaboradores, en cuyo dilatado acervo también hay una, lo tuviese a bien.]
Y aquí, para todos ustedes, damas y caballeros, el tráiler de Kirac27, con el inefable, ¡el gran Michel Houellebecq!
Más noticias (no con tanto morbo,
pero igual de asombrosas)
en nuestra próxima
CARTA CONFIDENCIAL N.º 6.
Recíbala en un par o tres de días.
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