Nos complace anunciar la creación de esta nueva rúbrica "VER Y FLIPAR" en la que el escritor José Vicente Pascual verterá el vitriolo de su aguda pluma sobre las clamorosas cosas que claman cada cielo al cielo. Lo hará, además, haciendo bueno aquello de Gracián de que lo bueno, si breve, dos veces bueno.
De dominio público es la afición de los jerarcas del PSOE por la vida golfa, la cocaína, las prostitutas, el whisky y el desenfreno. Cada vez que rebosan los albañales socialistas (EREs, Tito Berni, Koldábalos & Cia…) aparecen invariablemente sus queridas prostitutas, sus orgías y bukakes. El partido feminista por antonomasia es el partido putero por antonomasia. Para los machos señoros de la élite en el gobierno, las mujeres se dividen en tres categorías: las charos de cuota que les acompañan en la gestión de lo suyo, las putas a las que pueden comprar con el dinero de todos los españoles y las charines que les votan y a las que pueden joder sin que ellas protesten. Ni una voz feminista se ha alzado contra la tradición putera del socialismo hispano. Ni la ministra de igualdad ni las del sobaco morade tienen nada que decir. Sus compañeros de razia son así, como los turcos otomanos, que inventaron la bragueta para poder sacarse la chorra en pleno saqueo de los tristes lugares que caían bajo su voracidad imperial. Nada más que decir, silencio absoluto. El feminismo hoy, en España, es así: calladitas y tan cuquis. ¿Se acordarán de Koldo, Ábalos y su pléyade de amigos, de las “putas, fiestas y mamadas” el próximo 8 de marzo? No se admiten apuestas.