¿Cómo podría un periódico como el nuestro no celebrar el festivo y reivindicativo día del Orgullo Gay? ¿Cómo podríamos no sumarnos nosotros también al grito combativo y alborozado que, en estos mismos momentos, lanzan multitud de balcones y ventanas de la capital de la Confederación de Nacionalidades y Taifas Ibéricas (próxima denominación de la antigua España), balcones y ventanas donde no ondea jamás bandera alguna de la casposa y ya desaparecida patria y que hoy, en cambio, se engalanan risueños y galanos (al igual que las fachadas del comunista Ayuntamiento de Madrid y de la liberal Taifa del mismo nombre) con la gloriosa enseña arcoíris del movimiento de lesbianas, homosexuales, bisexuales, transexuales y otros géneros-géneras que luchan y sufren bajo las cadenas de la opresiva discriminación heteropatriarcal?
Y para sumarnos a tan justo y heroico combate, ¿qué mejor manera de hacerlo que ofreciendo a nuestros lectores y lectoras estas imágenes, no por insólitas y poco conocidas, menos impactantes, de las ceremonias organizadas este año en Moscú para celebrar, ellos también, su Día del Orgullo, y cuyos festejos abre el presidente Putin con una vibrante alocución dirigida a los miles de manifestantes que van a desfilar en un multitudinario cortejo con gallardo, viril y firme ademán?
J. R. P.