Manda narices, oiga

Simone Veil, que implantó el aborto en Francia, dice ahora que hay vida humana desde la concepción

Siempre alegra saber que alguien ha visto la luz; lo malo es la oscuridad que ha arrojado sobre los demás. La política francesa Simone Veil, que introdujo la despenalización del aborto en Francia en 1975, acaba de declarar a la televisión francesa que “cada vez es más evidente científicamente que desde la concepción se trata de un ser vivo”. Deberían tomar nota quienes en España aún se niegan a aceptar la evidencia. Por cierto que la Veil hizo esas declaraciones en el contexto de un reportaje-denuncia sobre los abusos del aborto en España. Nos estamos cubriendo de gloria.

Compartir en:

Elmanifiesto.com 

Simone Veil fue la ministra de Sanidad francesa que en 1975 introdujo la despenalización del aborto en su país. Ahora reconoce que la ciencia está demostrando la existencia de vida desde la concepción. “Cada vez es más evidente científicamente que desde la concepción se trata de un ser vivo”, afirma la primera mujer que presidió el Parlamento Europeo de Estrasburgo, entre 1979 y 1982. Declaraciones de enorme calado, porque un argumento tópico de los defensores del aborto es que el cigoto no es todavía una vida humana. Es un debate que se extiende también a otros terrenos, como el de la experimentación con embriones. Si puede hablarse de ser vivo desde la concepción, entonces tanto el aborto como la experimentación con embriones suponen otros tatos atentados contra el derecho a la vida.

Según informa la agencia ZENIT, Veil hizo estas declaraciones en el contexto de un reportaje difundido por el canal de televisión France 2 el pasado 14 de junio, en el que se muestra cómo en España se realizan abortos hasta en el octavo mes de embarazo, tal como constata la revista Gène Éthique de la Fundación Jérôme Lejeune. Estas denuncias prolongan las ya ventiladas por otras cadenas europeas sobre la situación del aborto en España, donde se vulnera abiertamente la legislación ante la indiferencia de las autoridades. 

En dicho documental, se ve a una periodista encinta de ocho meses a quien se le propone un aborto en una clínica privada de Barcelona por la suma de 4.000 euros. Simone Veil manifiesta que esta situación es “espantosa”, pero que legalmente no es posible impedir a las mujeres europeas viajar a España, pues la Corte europea ha afirmado que se trata de una cuestión propia de las legislaciones nacionales, y no de Europa.

La investigación periodística constata que en Francia comienza a ser difícil encontrar médicos dispuestos a practicar el aborto a causa de la objeción de conciencia. “No se puede obligar a la persona a ir contra sus convicciones”, afirma Veil, premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional en 2005. Al referirse a la introducción de la ley del aborto en Francia, la antigua ministra añadió: “Lo único que negocié con la Iglesia fue la imposibilidad de forzar a los médicos. Es un punto que hay que mantener, pues no se puede obligar a nadie a ir contra sus convicciones”.

Todos los artículos de El Manifiesto se pueden reproducir libremente siempre que se indique su procedencia.

Compartir en:

¿Te ha gustado el artículo?

Su publicación ha sido posible gracias a la contribución generosa de nuestros lectores. Súmate también a ellos. ¡Une tu voz a El Manifiesto! Tu contribución, por mínima que sea, dará alas a la libertad.

Quiero colaborar