En diez años y acompañado por un ejército de miles de indios, convencidos súbditos del Emperador Carlos V, y sin derramar un gota de sangre, Álvar Núñez Cabeza de Vaca logró descubrir y conquistar la mitad de los actuales Estados Unidos de América. Cabeza de Vaca, protagonista de la novela histórica «El último caballero», escrita por Juan Sánchez Galera y edcitada por Sekoita, tuvo como principal meta en su vida estar a la altura de sus antepasados, héroes de la Reconquista.
Cabeza de Vaca es el apellido que ganó en la batalla de las Navas de Tolosa el pastor que guió a los reyes cristianos a la victoria, ¿no?
Así es, el libro comienza con esta batalla porque unir a la historia del origen del apellido una aventura épica tan fascinante como fue la de las Navas de Tolosa le da mucho sentido al resto de la trama. Era una batalla abocada al fracaso: 60.000 cristianos, que en tres o cuatro días habían ido desde Toledo a Sierra Morena corriendo, se enfrentaban a 200.000 moros que llevaban allí ya varios meses acampados. Y los reyes cristianos ganan la batalla gracias a un pastor. Sin medios, es el ingenio el que lleva a la victoria. Y esa sería la norma de la vida de Cabeza de Vaca, un hombre que sin medios materiales y cuando todo parece que está abocado al fracaso, se crece y supera los obstáculos con abundancia de seso.
Fue la primera persona en realizar una operación a corazón abierto Álvar nace en 1492, año del fin de la Reconquista y del descubrimiento de América.
Se baraja su nacimiento entre 1492 y 1495, pero la novela permite jugar un poco con las fechas. De todas maneras, ese año no sólo fue el del Descubrimiento y el fin de la Reconquista. También se publicó la «Gramática castellana», primera de una lengua moderna. Cuando Antonio de Nebrija se la presentó a Isabel la Católica, la Reina le preguntó «¿y esto para qué sirve?», y él respondió «mi Señora, esta será el arma más poderosa del imperio que bajo sus pies se va a forjar».
Siendo muy joven, Álvar marcha a Italia para ensanchar las fronteras españolas. ¿Qué le llevó a tomar parte en la empresa imperial que entonces nacía?
Cabeza de Vaca personifica la España del siglo XVI. Cuando se termina la Reconquista, aquellas personas que llevaban 800 años luchando generación tras generación tienen que seguir peleando por algo, y buscan nuevos horizontes. Álvar formó parte de la primera oleada de españoles que tras las victorias del Gran Capitán empezaron a imponer la hegemonía española en el mundo. Lo que buscaba en Italia era lo que buscaba entonces cualquier español: honor, algo mucho más preciado que el vil metal. En aquella España la economía importaba menos que la honra, se podía ser caballero sin dinero y por tener dinero no se era caballero. Cabeza de Vaca tenía que hacer honor a su apellido, había recibido una herencia de nobleza de sus antepasados que debía acrecentar.
También toma parte en la Guerra de los Comuneros a favor del Emperador Carlos V. ¿Es la defensa de la legalidad otro de los principios de Álvar?
En efecto. El principio de legalidad ha imperado y conformado siempre la vida en España. Es la base de la civilización romana, y España, como país nacido al amparo de Roma, ha sido ordenada siempre según este principio. La Reconquista no persigue otra cosa que restablecer la legalidad perdida, el Reino de Asturias quiere recuperar la legalidad del Reino visigodo. Fue una obsesión que marcó al país durante 800 años. Este principio, unido al de fidelidad al Rey y a la sucesión dinástica, marcó también el espíritu de Cabeza de Vaca.
Y en 1527 parte para conquistar Florida.
Se embarca en aquella misión por tres motivos. Va buscando riquezas, como hoy vamos a Alemania a trabajar en la Volkswagen. Allí había medios, y España era un país pobre en medios, como siempre lo ha sido y lo será. Álvar también buscaba el honor, la continuación del legado de los antepasados. Y además, marcha por motivos religiosos. Si leemos las cartas que los descubridores mandan a la Península podemos ver la importancia que dan a la evangelización del Nuevo Mundo. Lo primero que pide Hernán Cortés al Rey tras la conquista de México no son refuerzos militares, armas o barcos. Pide curas. Colón no manda a España como primeras referencias que hay mucho oro o buenas tierras, lo primero que cuenta es que los indígenas son gente de naturaleza muy buena y por lo tanto predispuestos a recibir la fe.
Cabeza de Vaca formó parte de una expedición de la que de 600 soldados... ¡quedaron vivos cuatro!
La de Pánfilo de Narváez era una de las expediciones mejor organizadas, con muchos barcos, armas y caballos. Pero primero, 150 desertan en cuanto llegan a Cuba. Después, otros cien mueren en unas tormentas horrorosas allí mismo. En cuanto desembarcan en Tampa los indios les persiguen, les lanzan flechas envenenadas y logran matar a la mitad. Y para colmo, cuando salen de la bahía de Tampa tienen que volver a fabricar barcos, porque los que los llevaron ya se habían ido. Nuevas embarcaciones que las corrientes del Misisipi hundieron más adelante... Una sucesión interminable de desgracias hace que, al final, de 600 expedicionarios queden cuatro.
¿Es cierto que fue la primera persona en realizar una operación a corazón abierto?
Así es. Los indios los habían hecho esclavos, no eran más que cuatro y se encontraban en un punto tal de desesperación que ya sólo esperaban la muerte. Pero los convirtieron por la fuerza en médicos, y como quiera que fuese curando a los indios, de la noche a la mañana Álvar dejó de ser esclavo para convertirse en líder de la tribu. Unas veces curaba con lo poco o mucho que aprendió en las guerras en Italia y contra los comuneros, y otras, curaba rezando. Debió tener tal pericia que llegó a operar a corazón abierto a un indio que tenía clavada una flecha. Aquella fue la primera intervención quirúrgica de este tipo de la que se tiene testimonio. De hecho, Cabeza de Vaca es hoy todo un símbolo en el ámbito de la cardiología estadounidense.
De 600 expedicionarios quedaron vivos sólo cuatro Además, a Cabeza de Vaca se le reconocen otros méritos.
En efecto, Álvar es muy querido por los afroamericanos estadounidenses, porque trató como un compañero más, y no como un esclavo, al negro Estebanico, uno de aquellos cuatro expedicionarios supervivientes. Y eso en aquel siglo XVI no era frecuente. Además, él fue el primero en construir barcos en lo que hoy son los Estados Unidos. Cuando volvieron de internarse en la Florida les habían dado por muertos, y los barcos se habían ido, así es que tuvieron que fundir sus corazas para fabricar nuevas embarcaciones.
Y en diez años, y acompañado por un ejército de indios, conquista la mitad sur de lo que hoy son los EE.UU. ¿Sin derramar sangre?
Sí, convenciendo. Ficha a ese ejército de indios como lo hicieron Hernán Cortés y Pizarro. Lo que pasa es que sobre estos pesa aún la Leyenda Negra. Sus conquistas han quedado ensombrecidas por algunos episodios de derramamiento de sangre, pero, en realidad, las conquistas de México y Perú fueron más bien pacíficas. Los españoles se impusieron a los indios porque estos quisieron ser gobernados por los españoles. Los indígenas veían en aquellos conquistadores unos líderes y gobernantes mucho mejores que los que habían tenido hasta ese momento. Ven en el cristianismo una religión más humana que aquellas en las que se realizaban sacrificios humanos. Los españoles convencían. Pero como Álvar no mató a nadie, es un personaje bastante desconocido, porque a los que defienden la Leyenda Negra no les interesa alguien que consiguió tanto sin que se le pueda achacar nada.
Como premio, es nombrado gobernador del Río de la Plata, pero acabará engrilletado y enviado de vuelta a la Península. ¿Por qué?
De nuevo, por defender la legalidad, en este caso las Leyes de Indias que protegían a los indígenas y son el origen de los actuales derechos humanos. La Corona había perdido el control de Asunción, capital del virreinato. Allí se habían sublevado, habían hecho esclavos a los indios y utilizaban a las indias a su placer. Cabeza de Vaca llega para imponer la ley, y por ello lo engrilletan. Una vez cesa la anarquía, pensó en ejecutar a los cabecillas de la rebelión, pero los perdonó y después estos lo acusaron de querer hacerse rey, de independentista. Lo enviaron a España encadenado. El proceso sigue aquí su curso, y Álvar es absuelto por Felipe II.
Cabeza de Vaca muere como prior de un convento sevillano, habiendo presenciado el nacimiento del protestantismo y la ruptura de Enrique VIII con Roma. ¿Cuánto peso tuvo la religión en su vida?
En aquella época la religión era lo más importante, lo único importante. Fuera de la religión nada tenía sentido. Con la Reforma nace el relativismo, y frente a la ruptura de Lutero, la España del XVI defiende aún la legalidad, es fiel a su juramento de fidelidad a Roma, de la que se siente súbdita. Álvar se apoyó siempre en su fe para resistir, para conseguir tantas cosas. Hoy Cabeza de Vaca nos diría, «si yo hice cosas impresionantes sin medios, cómo no las vais a hacer vosotros». Así es que podemos utilizar la Historia como estéril pañuelo de lágrimas o para darnos cuenta de lo que realmente es capaz de hacer el ser humano.
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