Simples cuadernos, rudimentarios mapas colgados en la pared, manchados pupitres, míseras escuadras, reglas y cartabones… no había televisión, ni ordenadores, ni Internet, ni chats, ni videojuegos, ni teléfonos móviles… No había —sobre todo— alardes y alharacas de pedagogía lúdico-participativa y no traumatizante…
Así era entonces la escuela
Cuando no había la LOGSE
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