Haga lo siguiente:
1. Abra Google: www.google.es.
2. Escriba: no encuentro la pagina de los cojones
3. No dé a “Enter”. Pulse sobre el botón “Voy a tener suerte”.
4. Fíjese bien en lo que dice. (Y olvide dos cosas: un lamentable error de ortografía que hay al final y el tono algo chabacano de las expresiones.)
Google: o las alucinantes sorpresas de Internet
Todo el mundo recurre a Google. ¿Dónde encontrar información sobre tal o cuál cosa? Tal nombre propio, ¿se escribe así o asá? ¿Cómo es la cita aquella de Nietzsche en que habla de…? Etcétera, etcétera. Se teclean algunas palabras (preferentemente en el buscador que hay en la portada de Elmanifiesto.com: muchas gracias por su amable contribución) y ¡zas!, aparece como por ensalmo la respuesta a nuestras cuitas. No siempre, sin embargo. A veces ocurren cosas raras, sorprendentes, extraordinarias. Como las que pasan si usted pulsa aquí. ¡Increíble!…
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