Ultraizquierdistas y musulmanes contra la policía

Arde Copenhague: semana de disturbios en Dinamarca

El año pasado sucedió lo mismo tras la adquisición de un edificio en Copenhague por parte de un movimiento evangelista cristiano. El edificio en cuestión estaba ocupado por el movimiento juvenil de la izquierda danesa desde los años 80. Los militantes de izquierda anunciaron que se resistirían al desalojo y empezaron los disturbios. Este año los inmigrantes son los protagonistas, y la ciudad y la policía, de nuevo las víctimas. El motivo alegado por los radicales: la lucha contra el racismo. “Se sienten hostigados por la policía” que combate el tráfico de drogas y la tenencia de armas en las zonas más conflictivas de Copenhague.   Suiza: más de 200.000 firmas para expulsar a los delincuentes extranjeros

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Coches y contenedores de basura incendiados, escaparates rotos y barricadas taponando las calles del distrito de Noerrebro en la capital danesa. Los jóvenes inmigrantes lanzaban piedras y cócteles molotov sobre los policías y los bomberos. Han sido seis noches de tensión y trabajo para los funcionarios del Estado, molestias para los indignados contribuyentes y diversión para los cachorros de la izquierda radical danesa.
 
Pero no todo han sido risas tampoco entre estos últimos: a fecha del sábado, más de 55 personas habían sido arrestadas, con cargos de incendio voluntario y violencia contra los representantes del orden público.
 
Flemming Steen Munch, portavoz de la policía de Copenhague, ha declarado que no saben exactamente qué hay detrás de los últimos sucesos.
 
Los motines estallaron el domingo en los barrios de Noerrebro y Vesterbro en Copenhague, donde hay una fuerte concentración de inmigrantes; más tarde el fuego de la rebelión se extendió a varias localidades. Según los medios daneses, entre los amotinados se encontraban “adolescentes de 10 a 12 años”. Se dice que la causa podría ser el aumento de los poderes policiales, que permite a los agentes hacer registros aleatorios en busca de armas entre los jóvenes, y pudiera haber acabado en “un hostigamiento de los jóvenes inmigrantes de Noerrebro”. Otros acusan directamente a la policía de racismo en la aplicación de estos registros.
 
“No les gusta que estemos presentes en el barrio de Noerrebro y que busquemos armas, no aprecian el hecho de que estemos intentando cortar el tráfico de cannabis. Algunos se referían además al problema de las caricaturas de Mahoma”, ha dicho Munch. 

El portavoz hacía referencia a la reaparición la semana pasada de una caricatura controvertida en 17 periódicos daneses, que ha suscitado una nueva ola de cólera en el mundo musulmán. Rasmus Lignau Amossen, uno de los jóvenes organizadores de la manifestación “pacifista antirracista” del viernes pasado, ha explicado al cotidiano de izquierdas Politiken, que “numerosos jóvenes se sentían hostigados por la policía”. “Hablé con algunos de ellos y les pregunté que por qué hacían esto. Me respondieron que era a causa del hostigamiento del que son victimas durante los registros policiales”, ha dicho Amossen.

Los extranjeros representan cerca del 5 % de la población danesa, que asciende a 5,4 millones de habitantes. De este 5%, el 3,5% son oriundos de países musulmanes. Amossen consideró, en cambio, que los disturbios no tenían nada que ver con el asunto de las caricaturas porque empezaron antes. Por su parte, el Sr. Munch rechazó la idea de que la policía sea racista.

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