Hay que darle gracias al Público que desde este miércoles está en los quioscos porque nos ha aclarado muchas cosas. El grupo que lo ha promovido nos ha abierto, al menos durante unos pocos días, una perspectiva inédita. El entorno empresarial de la productora Mediapro, la gente de La Sexta, los amigos de los partidillos de baloncesto del presidente del Gobierno, se ha pasado también al papel y desde el número uno de la nueva cabecera han dejado nítido cuál es el espíritu de Moncloa para la próxima legislatura, si las urnas no cambian a su principal inquilino.
FERNANDO DE HARO
Mediaopro, a base de pasta, le está haciendo bien la puñeta a una Prisa que atraviesa el momento más difícil de su historia. Recién muerto Jesús Polanco, en plena guerra civil entre los hijos y Juan Luis Cebrián -que no está dispuesto a perder el control-, con el imperio en dificultades porque tener en el grupo dos televisiones en abierto (Localia y Cuatro) y una de pago (Digital + ) es cada vez más contradictorio, los amigos del presidente le han dado donde más podía dolerle: en el balompié. A Prisa le aplican ahora un hierro muy parecido al que aplicaron el dúo Polanco-Cebrián, en la I Guerra del Fútbol, hace ya diez años. Consiguieron que el difunto Antonio Asensio se cambiara a su bando y le compraron una traición al gobierno de Aznar o, lo que es lo mismo, los derechos de algunos clubes que había adquirido el hombre de Zeta.
Los amigos del presidente, con su evidente visto bueno, se han atrevido a hacer lo que siempre hizo Polanco. La situación ha sido novedosa porque el cabreo morrocotudo que se han cogido en Gran Vía ha provocado que durante un par de días El País haya hecho periodismo auténtico: nos hemos enterado de que el plan de vivienda de la Chacón era semejante al de la Trujillo y de las angustias parlamentarias para sacar adelante el cheque-bebé.
No hay que entusiasmarse, sólo ha sido un amago: en seguida ha llegado un dossier sobre las extraordinarias relaciones del pérfido Aznar con el bobo Bush. Pero al menos por un breve, escasísimo, período de tiempo hemos visto lo que hubiera podido ser un País que no en todo y no siempre apoya al presidente del Gobierno. En cualquier caso, la aparición de Público, aunque no sobreviva, supone el fin de un matrimonio que parecía indisoluble.
Izquierda de photoshop
La maqueta de la nueva cabecera es toda una declaración de intenciones. ¡La prensa escrita ha muerto, viva el periódico-página de internet! ¡Se acabaron los periódicos llenos de letras que sólo leen los intelectuales! Los chicos de Mediapro lo tienen claro: formato de gratuito, nada de artículos complicados, estilo USA Today. Pocas ideas, pocos datos, mucha imagen, hay que conectar.
Portada sin casi letras para un titular: “El hombre que hundió la tregua”, Javier López Peña. Lo mejor, el comentario de Ignacio Escolar, el director: “¿Es posible acabar con ETA cuando basta la determinación y el odio de un solo hombre para romper un delicado proceso de paz que tantos equilibrios había costado poner en marcha?”. Traducción: El proceso de paz estaba bien, muy bien planteado, el problema es que a Zapatero se le cruzó en el camino un demente. Eso es todo.
Otro titular de portada: “Pizarro se irá de Endesa con los bolsillos llenos”. Muy interesante, muy revelador saber de quién tienen miedo los amigos del presidente. Todo aderezado de un tono sesentayochista, de Facultad de Filosofía y Letras de los 80, de progresía muy manida. Columna de Labordeta: “esos aliñados petrimetres de la polis, la banca, los negocios, los ocios encarecidos y la salvación de las almas están por todas partes...”. Sección de Actualidad. Denuncia: un manual de Educación para la Ciudadanía (Editorial Casals) “niega (tremendo atrevimiento) que la unión entre parejas homosexuales sea un matrimonio (...) y carga contra el aborto”.
La dirección de Público no ha querido escribir una sola línea definiendo su línea editorial, se ha limitado a acompañar algunos artículos de la Constitución con fotos y con cifras. Derecho a la educación, foto de niño y dato de las pocas guarderías públicas que existen en nuestro país. ¿Las guarderías de iniciativa social no educan? Laicidad, artículo 16 de la Constitución (cooperación con la Iglesia católica), unos curas muy feos y muy antiguos, un porcentaje del 13 por ciento de asistentes a misa (sin fuente) y los datos de financiación a la Iglesia. En realidad toda una declaración de laicismo beligerante.
Explicación de la sección de Internacional: “las páginas de los diarios están llenas de anuncios apocalípticos sobre el próximo atentado terrorista. Cada persona es sospechosa, en especial si reza a otro Dios o tiene un color de piel diferente. El miedo siempre ha sido un buen disolvente de voluntades y ahora se utiliza para que la gente acepte la erosión de sus derechos”. Sin desperdicio.
Las páginas de los periódicos, más que llenas de anuncios apocalípticos de próximos atentados, están llenas de atentados reales, de muertos de ayer. El terrorismo es un hecho, no una invención; y el miedo que provoca, también. Los que utilizan ese miedo para negar derechos son, fundamentalmente, los terroristas. Lástima de izquierda española, prisionera del photoshop y de un radicalismo que convierte en banal el drama humano. Gracias a Público, que seguiremos leyendo, sabremos lo que se piensa en Moncloa.