Dicho sea sin acritud
Un poco de humor popular sobre el socialismo español
Cuando alguien se convierte en materia de chirigota, es que tiene los días contados. Pasó con Franco: el mejor indicio de la fragilidad de la dictadura no fueron las algaradas estudiantiles, sino aquella pintada anarquista que decía, escuetamente, "Franco gordito". Pues bien, lo mismo le está pasando hoy al zapaterismo. El pps que aquí presentamos, capturado de la Red, es un síntoma evidente de que ya casi nadie se toma en serio a este personal. Que le voten o no, ya es otra historia. A lo mejor es que el voto también es un chiste. Pasen y vean.
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