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La America´s Cup se quedará en Valencia un año más

Tal y como había anunciado Elmanifiesto.com -y no sólo nosotros, evidentemente-, la America´s Cup se quedará en Valencia. Los suizos están tan satisfechos de la experiencia que ahora, como han vuelto a ganar, quieren repetir. Para España en general, y Valencia en particular, se presenta un nuevo año de protagonismo mediático a cuenta de la competición deportiva más vista del mundo. Atrás quedan los dimes y diretes, y también los obstáculos que ha querido poner el Gobierno Zapatero. Pero entramos en año electoral: malos tiempos para poner obstáculos. Así se lo hemos contado en Elmanifiesto.com.

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JOSEP CARLES LAÍNEZ 

Una de las grandes manifestaciones deportivas náuticas es la vela. En el Mediterráneo se practica con asiduidad, aunque no es comparable al furor existente en Oceanía. En todas sus modalidades, y con todos los campeonatos habidos y por haber en el mundo, es el centenario trofeo de la America’s Cup el más mediático; ahora también el de más glamour. Nació en Inglaterra en 1851, recibió su actual nombre pocos años después, y siempre ha sido de mayoritario cultivo anglosajón (Inglaterra, Canadá, Australia, Nueva Zelanda…), con posteriores adendas italianas, españolas… y suizas. De hecho, fue el Alinghi de la Sociedad Náutica de Ginebra el vencedor en la penúltima edición (la 31, en 2003, cuyas regatas se llevaron a cabo en demarcaciones maoríes). Desde la primera edición no había vuelto a ganar un equipo europeo. Y fue, curiosamente, Suiza, un país sin mar.

Tras este sonado triunfo, el Alinghi hubo de elegir aguas para la celebración del siguiente “desafío”, y varias ciudades compitieron para convertirse en sedes del evento. Meses de estudio de las condiciones climatológicas señalaron la capital de Valencia como la más idónea. Y aquí, en 2007, ha tenido lugar, con la felicidad de las instituciones propias, si bien, y por ello este artículo, con el descontento de las centrales. No hace falta ser muy listo para averiguar una dualidad PP-PSOE en el subsuelo. 

El cainismo partidista

Frente a la alegría de Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, el malhumor de Jordi Sevilla, ministro entonces; ante la euforia de Francesc Camps, presidente de la Generalitat, la sonrisa tuerta de ZP; en comparación con el lógico interés de Juan Carlos de Borbón, el malestar del gobierno socialista en pleno. Hubo incluso algún intento barcelonés de arrebatarle a Valencia el logro conseguido, y el defenestrado Pasqual Maragall no paraba de hacer declaraciones con su dulce y melodiosa voz. A pesar de todo, las aguas valencianas albergaron la 32 America’s Cup, con la victoria revalidada del equipo suizo frente al de los Emiratos Árabes Unidos (perdón, quería decir el Emirates Team New Zealand…)

Sin embargo, los helvéticos se encuentran con el mismo problema: ¿dónde disputar la próxima? Y Valencia es, de nuevo, la gran favorita. Con una diferencia: quien está ahora en el gobierno ya no es el PP, sino el PSOE; y de poco nos valdrá Teresa Fernández de la Vega, Josep Solbes o próceres antaño obreros. Por ello retardan su beneplácito, a ver si los suizos se olvidan o pueden forzar un cambio a última hora. Y encima, algunos valencianos critican los millones concedidos por el gobierno español para la America’s Cup, como si fuera un favor inmerecido de los socialistas. ¿Nadie se acuerda ya de las Olimpiadas en Barcelona, pagadas por todos? ¿O del Forum de las Culturas 2004, también en Barcelona, ese engañabobos comercial y multiétnico?

Al parecer, la 33 America’s Cup está, por suerte, amarrada en Valencia. El Ayuntamiento y la Generalitat se han desvivido para ello (y se han asimismo endeudado). Se ha de hacer un nuevo esfuerzo económico, pero aun así su celebración supone colocar a la capital de Valencia (y, por ende, a España) en el prime time de los informativos y los periódicos, y, con mil millones de espectadores, en el acontecimiento deportivo más seguido del mundo (sí, como lo oyen.)

La dicha, con todo, todavía no es completa. La firma entre las instituciones y la empresa gestora ACM podría haberse realizado ya. El gobierno socialista ha decidido aplazarla hasta fines de agosto, sin que nadie, por estos lares, sepa los motivos concretos. ¿Sólo será por fastidiar? Luego los del PSOE se preguntan por qué pierden en Valencia; por qué, en este antiguo reino, nadie los quiere ni en pancarta.

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