Jordi Sànchez, líder de la ANC y Jordi Cuixart, de Òmnium Cultural, siguen tratando de acostumbrarse a su estancia en la prisión Soto del Real.
Tal y como ya hemos informado en El Manifiesto, ambos reos fueron recibidos con gritos de “¡Viva España, traidores!” por el resto de presos, lo que motivó que Jordi Sànchez pidiera un cambio de módulo.
Precisamente es el presidente de la ANC quien más está sufriendo su estancia en la prisión. El rostro del independentista no es precisamente sonriente y se le nota que su estancia en la cárcel le está pasando factura.
Jordi Sànchez se ha convertido en el reo “más odiado”, así lo aseguran fuentes penitenciarias al diario El Mundo. ¿El motivo? Ser un chivato y denunciar ante los funcionarios a otros compañeros.
Rápidamente, los otros presos se centraron en él y no en Jordi Cuixart, que, más avispado, ha tratado de mantenerse al margen, sin apenas hablar con otros presos y, sobre todo, con la idea de aguantar todo lo que le digan.
A diferencia de Cuixart, Sànchez no dudó en protestar tras los gritos de “¡Viva España!” dados por otros presos, siendo uno de éstos un gitano condenado por drogas y muy respetado en el módulo en el que se encuentra.
Tras el primer grito de “¡Viva España!”, otros dos presos, también de etnia gitana, comenzaron a gritar proclamas a favor de España, una acción que no fue vista como sancionable por los funcionarios de la prisión, pese a las quejas del propio Jordi Sànchez.
Precisamente fueron estas quejas las que enfadaron a los otros presos, que desde entonces tratan de hacerle la vida imposible. Los gitanos han hecho todo lo posible para conseguir poner a todo el módulo en su contra, e incluso, algunos no dudan en poner a su paso el canto legionario “El novio de la muerte” o el himno nacional. Pero la canción que más suena es el Viva España de Manolo Escobar.