EMC (Bilbao). Para situar las cosas en su adecuada perspectiva, conviene hacer memoria.
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1997: Nace el Espíritu de Ermua.
Mes de julio: En condiciones de especial crueldad, ETA asesina al concejal del PP en Ermua Miguel Ángel Blanco. La sociedad española protagoniza una enorme movilización popular contra el terrorismo y sus apoyos políticos y sociales. En algunos puntos del País Vasco, los ciudadanos llegan a acorralar y agredir a los partidarios de ETA. Ante la ola de indignación popular, todos los partidos políticos, incluido el Partido Nacionalista Vasco, se ven obligados a secundar el movimiento ciudadano. Nace el Espíritu de Ermua.
Otoño: Por primera vez en veinte años, se extiende en toda España una intensa ola de afirmación nacional frente a los secesionismos. El asesinato de Miguel Ángel Blanco ha demostrado que la democracia y la libertad están del lado de España y la Constitución, y que al otro lado están el crimen y el terror. PP y PSOE se alinean en torno a la Constitución y la defensa de España. El Foro de Ermua nace en la estela de este gigantesco movimiento de conciencia.
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1998: Los secesionistas reaccionan.
Acuerdo de Barcelona: los nacionalistas vascos, catalanes y gallegos acuerdan una estrategia común que reafirme su situación privilegiada en el sistema político, frente a la creciente antipatía que estos nacionalismos periféricos despiertan tanto en la izquierda como en la derecha españolas.
Pacto de Estella: el Partido Nacionalista Vasco y la denominada izquierda abertzale (la órbita política de ETA) promueven una plataforma de acción común, sobre base municipal, para revitalizar políticamente al secesionismo vasco, muy maltrecho tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco.
Tregua “trampa” de ETA: La banda terrorista, asfixiada, declara en comunicación al PNV una tregua temporal que permita explorar “salidas políticas” al conflicto. El Ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, asegura que es una “tregua trampa”. Habrá un contacto entre el Gobierno Aznar y la cúpula de ETA que se salda sin éxito. ETA no tardará en romper su tregua y volver a matar.
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1999-2000: Frente constitucional.
El “espíritu de Ermua” se convierte en una plataforma ética y política que permite reintroducir a numerosos socialistas en la defensa de la nación española y la Constitución. La política antiterrorista del Gobierno Aznar, con el apoyo formal del PSOE, ataca a ETA en sus verdaderas bases: sus apoyos económicos, sociales y políticos. Batasuna queda fuera de la ley y ETA, acorralada. Desde la izquierda y, sobre todo, desde el secesionismo se acusará a Aznar de “criminalizar” al nacionalismo. Pero el “espíritu de Ermua” es más fuerte y cimentará un virtual frente constitucionalista, PP-PSOE, en el País Vasco.
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2001: El PSOE abandona el frente constitucional.
Tras la derrota de los partidos constitucionalistas en las elecciones autonómicas vascas, el diario El País ataca violentamente al “frente constitucionalista” y aconseja al PSOE volver a sus pactos con el nacionalismo vasco. Obediente, el nuevo líder socialista, Rodríguez Zapatero, defenestra al socialista vasco Redondo Terreros, constitucionalista, y lo reemplaza por el desconocido Pachi López, sumiso. Mientras tanto, elementos del socialismo vasco inician acercamientos a Batasuna.
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2003: Avanza la teoría confederal.
Tanto en el País Vasco como en Cataluña, los secesionistas avanzan posiciones. En el País Vasco se despliega el “Plan Ibarreche”, que aspira a una forma expresa de “soberanismo”; el PSOE queda fuera de ese Plan, de manera que no lo apoyará. En Cataluña, un nuevo gobierno autonómico de mayoría socialista-separatista plantea reformar el Estatuto de Autonomía para definirlo en términos “nacionales”; aquí el PSOE sí apadrina la ofensiva, que se salda, entre otras cosas, con la expulsión formal del PP de la vida pública catalana mediante el “Pacto del Tinell”.
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2004: La relación de fuerzas se invierte.
- Perpiñán: El separatista catalán Carod Rovira, consejero jefe de la Generalidad de Cataluña, pacta con ETA una tregua parcial en Cataluña.
- 11-M: El 11 de marzo se producen en Madrid los mayores atentados terroristas de la historia de España, aparentemente bajo autoría islamista.
- 14-M: En condiciones de gran tensión, las elecciones generales desbancan al Partido Popular y dan la victoria al PSOE.
El Partido Socialista extiende al ámbito nacional sus pactos catalanes. La mayoría gubernamental se sostiene sobre los separatistas catalanes, los neocomunistas republicanos de Izquierda Unida y los secesionistas gallegos del BNG. ETA declarará un ambiguo “alto el fuego”. El proceso de negociación con ETA se convierte en objetivo prioritario.
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2005: ETA y Estatut.
Toda la política nacional gira en torno a dos ejes: el Estatuto de Cataluña y el proceso de negociación con ETA. En consecuencia, socialistas y nacionalistas pasan a la ofensiva contra las víctimas del terrorismo, la derecha, las asociaciones civiles –como el Foro de Ermua- y la idea misma de nación española.
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2006: El PSOE se lanza abiertamente contra el Espíritu de Ermua.
A medida que crecen los obstáculos para la negociación del Gobierno con ETA, se recrudecen los ataques contra las víctimas. Una web de obediencia socialista pregunta: “¿De qué vive la hermana de Miguel Ángel Blanco?”. Las iniciativas gubernamentales contra las víctimas del terrorismo se multiplican. En respuesta, se extiende un intenso clima de protesta social contra el Gobierno. El Foro de Ermua aparece en vanguardia de la protesta, con la Fundación para la Defensa de la Nación Española y la Asociación de Víctimas del Terrorismo. El año 2006 termina con Zapatero anunciando paz y, pocas horas después, con una bomba de ETA que causa dos muertos. Pese a ello, el Gobierno no abandona el “proceso de paz”.
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2007: Todas las cartas boca arriba.
El Gobierno excarcela al terrorista De Juana Chaos. Multitudinarias movilizaciones populares contra esa excarcelación y contra la negociación con ETA. El Fiscal General del Estado retira todos los cargos contra el dirigente batasuno Arnaldo Otegui. Un dirigente del Foro de Ermua es brutalmente agredido por militantes nacionalistas ante el Tribunal de Justicia; la agresión queda impune. La corporación municipal de Ermua, de mayoría socialista y nacionalista, exige al Foro de Ermua que deje de usar el nombre de la localidad.