JOSÉ JAVIER ESPARZA
La teoría
La propaganda en el mundo actual, donde todos recibimos a diario una masa ingobernable de informaciones diversas, se rige por el principio de la síntesis. Se parte de la base de que el ciudadano, por pura reacción mecánica de ahorrar esfuerzos, sólo se queda con una, a lo sumo dos informaciones, que tienden a sintetizarse en una sola idea, como un titular de periódico. Esa información “superviviente” –dice la teoría- será siempre aquella que más cerca esté del mundo afectivo, instintivo, del receptor, porque es el mundo afectivo el que rige los comportamientos de la mayoría de la gente.
Así, una “noticia bomba” de carácter sentimental que despierte en el individuo reacciones instintivas de sorpresa, odio, venganza, amor, etc., quedará siempre en primer plano y sepultará a cualesquiera otras informaciones. Es esa razón la que lleva a las cadenas de televisión, por ejemplo, a privilegiar la información “rosa” (crónica frívola) y “negra” (sucesos) sobre los contenidos de carácter político o cultural.
El paisaje
Dos de mayo, festivo en Madrid, resaca de puente en el resto de España. Esa mañana las tertulias hablan de una sola cosa: las listas electorales de ANV, que permitirán a Batasuna tener representación institucional en los ayuntamientos vascos. Los más osados –o sea, los más acosados- llegan también a ventilar el escandaloso caso del etarra De Juana Chaos, que pasea por las calles de San Sebastián sin que nadie mueva un dedo.
El Gobierno tiene preparado un antídoto: el Fiscal General del Estado anuncia que recurrirá las listas de AS, una de las marcas trampa que ETA ha preparado para esta campaña. “Hombre, qué bien –dice el ciudadano común-: el Estado actúa contra las listas de ETA; mienten quienes acusan al Gobierno de meter a ETA en las instituciones”. Ese es el efecto deseado, pero no es verdad: las listas de AS son precisamente las que Batasuna-ETA ha puesto ahí para que las ilegalicen. El objetivo debería ser las listas de ANV, pero el juez Garzón las ha dejado pasar. No obstante, la medida del Fiscal logra neutralizar el escándalo subyacente; pone el contador a cero, por así decir.
¿Y qué tiene que ver esto con Isabel Pantoja? Aún nada, pero…
Los hechos
El 2 de mayo por la mañana, Zapatero llega a Málaga. Esa misma tarde hay “mitin-monstruo” en Marbella. Es ya un acto de campaña electoral. Chaves ha trabajado bien: dos mil militantes de toda la provincia llenan el Palacio de Congresos. Zapatero toma un único eje argumental: los socialistas acabarán con la corrupción en Marbella. El presidente adorna sus palabras con el habitual ramillete de fórmulas mágicas: “Lo importante en Marbella es que no vuelva a gobernar el color del dinero”; “Quiero un Ayuntamiento que se ocupe de los intereses de todos y no de unos cuantos, por muy famosos que sean”; “El Gobierno no va a tolerar ni consentir la más mínima corrupción inmobiliaria, bajo ningún concepto y en ningún sitio, sea quien sea”; “No hay derecho a que algunos se intenten forrar a costa del gran esfuerzo de los ciudadanos para adquirir una vivienda”; “Hemos demostrado una voluntad inequívoca de limpieza y de perseguir a quienes no respetan los bienes públicos”.
Siete de la tarde: el presidente Zapatero visita “por sorpresa” la comisaría provincial de Policía de Málaga y se da un baño de simpatías. El comunicado oficial precisa: Zapatero ha querido expresar “el reconocimiento a la labor que desde la comisaría provincial se está realizando contra la corrupción, en el blanqueo de capitales y el crimen organizado en general, muy especialmente en la Operación Malaya”.
Once y media de la noche: la hiperfamosa cantante Isabel Pantoja es detenida en su domicilio de Marbella, dentro de la “Operación Malaya”, y conducida a la comisaría provincial de Málaga, donde pasa la noche. Isabel Pantoja, presuntamente responsable de delitos contra la Hacienda pública y de blanqueo de capitales, llevaba meses siendo vigilada. El rumor sobre su detención inminente zumbaba en los mentideros desde hace varias semanas. Curiosamente, se produjo por sorpresa y después de la visita de Zapatero a Marbella.
Fuentes judiciales consultadas por Elmanifiesto.com aseguran que un arresto de este tipo es, normalmente, una medida de prevención extrema que tiene por objeto impedir la posible huida de algún sospechoso incurso en causas graves. “Aplicar estos métodos con Isabel Pantoja es algo que rezuma un cierto deseo de espectáculo”, dicen esas mismas fuentes. Se subraya también que, en este tipo de situaciones, la policía no necesita una orden formal del juez para proceder a una detención: el imputado puede ser detenido en el momento que la policía estime oportuno y puesto disposición judicial en el plazo de las setenta y dos horas siguientes.
Curiosos antecedentes
Hasta el momento, los grandes golpes de la “Operación Malaya” han coincidido siempre con una situación política especialmente delicada:
El 29 de marzo de 2006 son detenidos Juan Antonio Roca, ex gerente de Urbanismo del Ayuntamiento de Marbella; Marisol Yagüe, alcaldesa en ejercicio, e Isabel García Marcos, primera teniente de alcalde que, en su momento, se hizo célebre denunciando la corrupción en Marbella. Ese mismo mes ETA había colocado cuatro bombas –dos estallaron en Navarra y Cantabria- antes de declarar el día 22 un “alto el fuego permanente” donde exige que haya un referéndum por la autodeterminación. Un día después de la detención de los mandamases marbellíes, el 30 de marzo, el Congreso de los diputados aprueba un Estatuto que define a Cataluña como nación. A primeros de abril, Alfredo Pérez Rubalcaba se hace cargo del Ministerio del Interior.
El 27 de junio de 2006 es detenido Tomás Reñones, alcalde en funciones desde la detención de Yagüe hasta que el Gobierno disolvió el Ayuntamiento y nombró una comisión gestora. En junio de 2006, el Partido Socialista se había reunido con Batasuna y se aprobaba en referéndum el nuevo Estatuto de Cataluña con una participación de sólo el 49,4%. El 10 de junio, una manifestación de la Asociación de Víctimas del Terrorismo había reunido a cientos de miles de personas en Madrid.
El 17 de julio de 2006 era encarcelado Julián Muñoz, ex alcalde de Marbella y novio de Isabel Pantoja. En ese momento se está desarrollando la operación contra la red de extorsión de ETA –donde se verificó la existencia de un “chivatazo” policial-, los cayucos de inmigrantes ilegales invaden las cosas canarias y en Sevilla se producen disturbios laborales por la venta de los astilleros Izar.
El 14 de noviembre de 2006 fue detenida Mayte Zaldívar, ex esposa de Muñoz. En Cataluña, el PSOE volvía a firmar un pacto de gobierno con los independentistas de Esquerra Republicana. Mientras tanto, ETA amenazaba con romper el “proceso de paz” si no se daban “pasos visibles” en la negociación.
Qué cosas, ¿verdad?
