En "Los Persas", montaje de Calixto Bieito

Defensa financia un ultraje a la bandera

Esta gente nunca dejará de sorprendernos. La última: en el montaje teatral de Calixto Bieito –el aburridísimo enfant terrible de la escenografía española- sobre Los persas, la pieza clásica de Esquilo, se pone en escena un ultraje a la bandera española. Esto no es raro: en España, lo raro es lo contrario. Ahora bien, el episodio reviste especial interés porque entre los patrocinadores de la “obra” figura… ¡el Ministerio de Defensa! El montaje se estrenó este verano en el Festival de Mérida, ha pasado por Barcelona y desde hace dos semanas se representa en el Bellas Artes de Madrid. Defensa, que sepamos, no ha dicho ni mu. ¿A qué espera?

Compartir en:

Elmanifiesto.com
 
El ultraje consiste en lo siguiente: en un momento de la obra, un actor que interpreta a un soldado se desnuda, se envuelve la cintura con la bandera de España y finge una violación. El tipo viola a la bandera. Una espectadora, lectora de Elmanifiesto.com, nos lo cuenta así: “Quiero expresar mi repulsa por el contenido de esta obra que ataca la bandera de forma soez mediante la grosera pantomima de un soldado que se desnuda para envolverse la cintura con la bandera española y proseguir con movimientos de pelvis imitando una violación de la bandera. En fin, algo lamentable, pero lo peor, y esto es lo absolutamente denunciable, es que leo el programa y entre los patrocinadores se encuentra el MINISTERIO DE DEFENSA, sí, juntito, muy pequeñito, ahí, en el archivo adjunto, sobre el anagrama de la cadena Ser. ¡Por favor, denúncienlo!”. Hecho.
 
La “adaptación” realizada por Bieito y Pau Miró es una típica manipulación del texto clásico al estilo que tanto gusta hoy entre los financiadores públicos del teatro. Este Los persas no cuenta la batalla de Salamina entre los ejércitos del poderoso Jerjes y el pequeño –pero valeroso- ejército griego, sino que se traslada al actual Afganistán para situarse en una misión de paz de tropas españolas en Herat. La materia del relato tampoco es la violenta épica de la guerra y su tragedia, sino “un canto antiguerra y anti-intervencionista que habla del dolor de las pérdidas y de la fascinación y repulsión que causa la violencia”, según explicó el propio Bieito. Del mismo modo, aquí Jerjes no es un rey persa, sino una mujer: Natalia Dicenta, que encabeza la misión en Afganistán. La marcha provoca el lamento del padre de la mujer, que llora el sacrificio de su hija por la patria española. ¿Y Esquilo? Esquilo sólo es un pretexto. Del mismo modo, la música escogida como acompañamiento de la obra son canciones pacifistas de los años 60 y 70, además de una versión rockera del himno de España. Lo que no hay esta vez es el habitual repertorio de vómitos y excrementos con que Bieito suele enriquecer sus funciones.
 
Tal y como dice nuestra lectora, estas cosas no son nada fuera de lo común en la “vida cultural” española. Lo realmente extraño, por incongruente, es que alguien haya metido al Ministerio de Defensa por medio. Extraña también porque el discurso de la adaptación de Bieito y Miró no puede ser más contrario a la política gubernamental: para los “recreadores” de Esquilo, la presencia de tropas españolas en Afganistán es un error y nuestros soldados deben salir de allí inmediatamente. Bieito y Miró tienen todo el derecho del mundo a decir lo que les venga en gana, pero ¿con dinero público? ¿con fondos de Defensa? ¿para sostener la posición contraria a la de Defensa? ¿Y qué participación tiene Defensa en este asunto? ¿Ha puesto dinero? ¿Se ha limitado a poner el nombre? ¿Lo ha puesto alguien sin que Defensa lo sepa? Seguiremos informando.
 
Esquilo, por cierto, fue cualquier cosa menos un pacifista. Los persas –la de verdad- no es en absoluto una obra contra la guerra. Y en el epitafio del insigne poeta y soldado no figura mención alguna a sus creaciones literarias, sino a su participación como soldado en la batalla de Maratón.

Todos los artículos de El Manifiesto se pueden reproducir libremente siempre que se indique su procedencia.

Compartir en:

¿Te ha gustado el artículo?

Su publicación ha sido posible gracias a la contribución generosa de nuestros lectores. Súmate también a ellos. ¡Une tu voz a El Manifiesto! Tu contribución, por mínima que sea, dará alas a la libertad.

Quiero colaborar