En su artículo dominical, Pedro J. Ramírez afirma que las cosas "pintan mal para los populares". Basándose en sus encuestas, advierte que les queda "la mitad de tiempo para producir un milagro" y que "el PSOE vuelve a abrir un hueco a su favor".
En su opinión, tres circunstancias alejan una victoria de los populares que dependa de factores ajenos a su propia labor de oposición: la sentencia del 11-M no ha "tumbado" de "forma aparatosa" la versión oficial, la crisis económica "no adquirirá suficiente consistencia de aquí a marzo" ni parece que ETA vaya a emprender "una sangrienta ofensiva" capaz de derribar a Zapatero.
En cuanto a la posibilidad de un "shock colectivo" que diera un vuelco a los resultados electorales tal y como ocurrió el 11-M, Pedro J. Ramírez afirma que haría falta que "el gobierno socialista cometiera errores tan garrafales como los que determinaron la pésima gestión de aquella crisis por parte de Aznar".
"Si en lugar de tratar de aprovechar la masacre contra el PSOE –precipitándose a asignársela a ETA para vincularla a la condescendencia de Zapatero y Maragall–, Aznar hubiera convocado a todos los líderes a La Moncloa (…) el resultado de las elecciones no se habría visto alterado ni por la aparición de la Kangoo ni por la detención de Zougam", afirma.
No es el único reproche a Aznar, a quien cita más adelante acusándole de haber derivado hacia "una forma de gobernar más petulante y personalista" y reprochándole su posición en la guerra de Irak. "Es la ofuscación en la doctrina de que todos los terrorismos son iguales lo que le lleva a cometer los desastrosos errores de los días posteriores al 11-M", añade después.
En cuanto a los dirigentes actuales, Pedro J. Ramírez les acusa de haber hecho percibir al PP como un partido "duro, inflexible, anticuado y antipático que reacciona a golpe de calentón". Reprocha a Mariano Rajoy la frase sobre su primo y el cambio climático puesto que el tema del calentamiento es, según Pedro J., una "catástrofe". El PP, afirma, "no tendrá más remedio que desquitarse".
El director de El Mundo lamenta después la "identificación", según dice, de "las agendas" del PP y la Iglesia Católica. Alude a la oposición de los populares a la ley del matrimonio homosexual, la oposición a la investigación con embriones o la oposición a Educación para la Ciudadanía. Según Pedro J., el PP no debería "ser beligerante" en este asunto sino "tratar de influir" en sus contenidos para evitar "sectarismos".
Más adelante le llega el turno a la AVT y el decidido apoyo del PP a la nueva protesta de las víctimas. "No es la hora de volver a llenar las calles detrás de las pancartas" de la "admirable" pero "no pocas veces demasiado radical" AVT. "Las negociaciones han terminado sin que los peores augurios sobre concesiones a etarras se hayan consumado", afirma Pedro J., que dice que ahora lo prioritario es "el apoyo al gobierno en la lucha policial" contra la banda.
Las elecciones de marzo son, según el director de El Mundo, "el último tren que va a pasar ante la actual dirección del PP". "¿Por qué los populares no perseveran en aquel magnífico invento que fue el centro reformista y arrumban de una vez clichés del Pleistoceno?", se pregunta Pedro J. Ramírez al final de su carta semanal.
