El Comandante de la Marina de Guerra de Ucrania, vicealmirante Bezkorovaini, ha declarado que en caso de producirse un conflicto entre Rusia y Ucrania, la flota rusa del Mar Negro sería “inmediatamente destruida”. Asimismo, ciertas fuerzas políticas de Kiev, unidas a un “comité de salvación nacional”, preparan tácticas de guerrillas con grupos de voluntarios por si se iniciase una supuesta agresión rusa A gran escala.
Las supuestas consecuencias serían muy graves, según el parecer de uno de los miembros del “comité”, Alexei Orestovich, quien asegura que un eventual ataque contra Ucrania ya está planificado por el Estado Mayor General ruso.
El sector oficialista ucraniano guarda silencio sobre las declaraciones del citado almirante, y especialmente sobre las de representantes del “comité”, pero el gobierno se comporta de manera significativa, pues está suministrando armamento a Georgia, restringe los movimientos de la flota rusa del Mar Negro y finalmente prepara el desplazamiento de tropas a la frontera con Rusia. Según informaciones de Moscú, el citado desplazamiento se produciría en los meses de febrero y marzo de 2009.
Les resulta difícil a los expertos rusos encontrar una explicación razonable al respecto, pues dejando de lado el trastorno mental que implica pensar que Ucrania pudiera declarar la guerra a Rusia, lo que si se sospecha en Moscú es que en Ucrania hay alguien que quiere provocar a Rusia para acelerar dos problemas: el tema de Crimea y el de la flota del Mar Negro, presentarse como victima ante la opinión pública mundial, y lo que es más importante, distraer la atención de los ciudadanos en lo concerniente a la desastrosa situación interna de Ucrania.
Las declaraciones del citado alto cargo militar reflejan el estado de ánimo de la parte antirrusa de la élite ucraniana, la cual tiende a utilizar cualquier pretexto para enturbiar las relaciones con Moscú.
Si no hay ningún pretexto, habrá que inventarlo, siendo muy probable que los grupos hostiles a Rusia estén buscando la forma de provocar a la Flota del Mar Negro. Pero en tal caso no se limitarían a bloquearla o tomar una de sus unidades, sino que ello conllevaría muy probablemente una agresión contra las tripulaciones, por lo que Rusia se vería obligada a una respuesta muy dura. Cualquier reacción que no sea la de callar y sacar a la flota de Sebastopol podrá ser utilizada para acusar a Rusia de agresión.
En tal situación resulta utópico pensar que Gazprom vaya a alterar su postura respecto a no cobrar el precio europeo de 418 dólares por mil metros cúbicos de gas, desatendiendo la solicitud ucraniana de rebajar el precio a 235 dólares. Por el contrario, el presidente de Gazprom ha manifestado que el precio del gas para Ucrania deberá ser de 450 dólares. Según dicha fuente, Ucrania ha retenido durante 24 horas 50 millones de metros cúbicos de gas destinados a Europa.
