Imagen del fresco "antirracista" que los "antirracistas" quieren destruir...

La serpiente se muerde la cola...

En San Francisco, un fresco antirracista es censurado en nombre del antirracismo

Compartir en:

Desde 1936, las paredes de George Washington High School en San Francisco están adornadas con un fresco de trece paneles titulado La vida de George Washington , pintado por Victor Arnautoff , un artista ruso del movimiento del realismo socialista.

En lugar de glorificar al primer presidente de los Estados Unidos, el pintor, que había aprendido el arte del fresco en México de otro artista comprometido, Diego Rivera , eligió mostrar las sombras en el corazón del proyecto norteamericano.

Pintó a George Washington frente al cadáver de un indio en el suelo, así como a esclavos negros que trabajaban en los campos de algodón en su propiedad de Mount Vernon.

Con estos detalles, Arnautoff, que era comunista, quería denunciar la violencia sufrida por las comunidades negras e indias. Sin embargo, estas representaciones actualmente se consideran molestas , como una especie de violencia racista contra los y las estudiantes que asisten al centro.

Imágenes consideradas ofensivas

En el momento de la creación del mural, la representación de la participación de George Washington en la esclavitud y en las masacres de indios e indias era una actitud radical, en un momento en que los libros evitaban el tema. Pero el gesto antirracista de Arnautoff ahora se considera racista

Algunos estudiantes y activistas indios y afroamericanos se quejaron de que estas imágenes eran deshumanizantes. Después haberse creado un comité de reflexión, el rectorado de San Francisco votó por unanimidad en junio de 2019 para que el fresco, que cubre 1.500 metros cuadrados de paredes, sea destruido.

Aunque la intención de Arnautoff era denunciar la explotación de estas comunidades, las imágenes fueron consideradas ofensivas y potencialmente dañinas para los y las estudiantes.

El mural, que había sido financiado por la Works Progress Administration  de Roosevelt, que empleó a millones de parados, incluidos muchos artistas, en medio de la Gran Depresión, expresa un punto de vista típicamente considerado de izquierdas. Pero casi cien años después de su creación, es una coalición de activistas de izquierdas quien quiere censurarlo.

En debates públicos, el vicerrector Mark Sanchez dijo que era "degradante"  para los estudiantes "estar expuestos a imágenes violentas", y otro rector, Matt Haney, declaró: "Es deshumanizante si eres un estudiante indígena y al pasar por el pasillo ves una pintura con tus antepasados ​​asesinados".

Esta perspectiva parecía ser minoritaria en San Francisco, pero les resultó difícil hacerse oír a quienes se oponían a ella. Según dos profesores de secundaria, los estudiantes no quieren ofender a nadie, pero están mayoritariamente en contra de censurar los frescos.

En agosto, un periodista del San Francisco Chronicle habló con estudiantes del centro, y de diecisiete, diez (incluidos cinco afroamericanos) se opusieron a la censura, dos estuvieron a favor y el resto no opinó.

El anuncio del proyecto de destrucción, que costaría más de 600.000 US$, incluidos gastos legales y un obligatorio informe medioambiental, originó un tan gran escándalo que el rectorado finalmente anunció a principios de agosto que el mural sería censurado, pero no destruido. .

La solución actualmente aceptada consiste, según el presidente del rectorado, Stevon Cook, en ocultar la pintura detrás de nuevos frescos que tendrán el tema "el heroísmo de las personas racializadas en Estados Unidos".

Un nuevo ejemplo en el debate

Este deseo de censura está vinculado a una redefinición de la lucha contra el racismo en los Estados Unidos. Toda una nueva corriente ideológica considera, en efecto, que ciertas imágenes y palabras pueden constituir una forma de violencia que debe ser erradicada, por más que sea complaciente la intención de la persona que las usa.

Por ejemplo, en la New School, una universidad de Nueva York, un profesor está siendo investigado por citar al escritor afroamericano James Baldwin en una clase y usar la palabra nigger, un término extremadamente racista y violento, pero solo que sólo había utilizado para discutir sobre su impacto con los estudiantes del master.

De manera similar, en 2017, activistas se manifestaron en el Museo Whitney de Nueva York contra la exposición de una pintura de Dana Schutz, quien pintó el cuerpo de Emmett Till, un afroamericano de 14 años linchado por blancos en 1955. Schutz había querido expresar la violencia del asesinato, pero fue acusado, como White, de explotar el sufrimiento de los negros, habiendo lanzado varios artistas una petición de que se destruyera dicha pintura.

(A título ilustrativo se han conservado, en la traducción, algunos de los términos en “lenguaje inclusivo” utilizados en el original redactado en francés.)

© Slate

 

 

Todos los artículos de El Manifiesto se pueden reproducir libremente siempre que se indique su procedencia.

Compartir en:

Comentarios

¿Te ha gustado el artículo?

Su publicación ha sido posible gracias a la contribución generosa de nuestros lectores. Súmate también a ellos. ¡Une tu voz a El Manifiesto! Tu contribución, por mínima que sea, dará alas a la libertad.

Quiero colaborar