NOVOPRESS.– En Alemania, el Servicio Federal contra la Discriminación (Antidiskriminierungsstelle des Bundes) acaba de lanzar una gran campaña, que durará hasta finales de enero de 2012, titulada: «No encajones a nadie». Carteles colgados en toda Alemania pretenden ilustrar las seis posibles formas de discriminación mediante cajones provistos de una etiqueta: la edad (un cajón etiquetado «Muy viejos»), la discapacidad («Ciego»), el sexo («Mujer»), la identidad sexual («Lesbiana»), el origen étnico («Turcos ), la religión o la concepción del mundo («Musulmanes», por supuesto). Debajo del cajón «Musulmanes» se puede leer «¿Se siente usted discriminado a causa de su religión?» con el número de teléfono en el que se puede presentar una denuncia (al pulsar sobre la imagen se amplía).
Mujeres y hombres, sanos y enfermos, tontos y listos...
¡Todos iguales!
El que, aparte de musulmanes, otros puedan ser discriminados por razones religiosas es algo que, manifiestamente, nunca se le ha pasado por la cabeza al Servicio Federal contra la Discriminación. Afirma que «considera por igual todas las formas de discriminación, ya se deban al origen étnico, a la religión, la concepción del mundo, a la identidad sexual, a la edad, a una discapacidad, o al sexo de alguien». Pero para cada forma de discriminación, decide de antemano cuáles son las únicas víctimas posibles —y los culpables de las mismas.
El Servicio Federal contra la Discriminación hace hincapié en que «a menudo las personas no se ven desfavorecidas por una sola razón, sino por una combinación de ellas, como por ejemplo, “joven y femenino”, “viejo y discapacitado” o “extranjero y musulmán”». Es manifiesto que se han excluido a priori combinaciones como «joven y blanco» o «alemán y católico»: ¡resultan simplemente impensables para el Servicio Federal contra la Discriminación!
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