La Universidad de John Hopkins ha hecho un importante descubrimiento que ha publicado en su Boletín con carácter urgente. La información es relativa a la dioxina, una sustancia que puede causar cáncer –en concreto cáncer de mama. La dioxina se libera, por ejemplo, si metemos una botella de agua en el refrigerador, como consecuencia de la reacción del plástico con el frío.
El Dr. Edward Fujimoto, del Hospital Castle, ha sido entrevistado en televisión sobre este asunto y ha explicado detalladamente los distintos aspectos de esta gran amenaza para nuestra salud. Fujimoto es gerente del Programa de Bienestar en el citado hospital y conoce el tema en profundidad.
Durante su entrevista televisiva explicó lo peligrosa que era esta sustancia para el hombre y dio varios consejos para evitar que se liberara. Dijo, por ejemplo, que no debemos usar recipientes ni vajilla de plástico para calentar nuestros alimentos en el microondas, sobre todo si éstos son muy grasos. La explicación es que la combinación de grasas, altas temperaturas y plástico libera la dioxina en forma de vapor, la cual se introduce en la comida y, tras su ingestión, en las células de nuestro cuerpo. Con ello aumentan nuestras posibilidades de contraer cáncer, ya que la sustancia es cancerígena y altamente tóxica para nuestras células.
Por ello el Doctor recomienda el uso de recipientes y vajillas de vidrio, Pyrex –cristal templado- o de cerámica. Así se obtienen los mismos resultados, pero se evita la liberación de la sustancia. Por eso si vamos a cocinar cualquier tipo de alimento preparado o congelado es fundamental sacarlo de su envase de plástico original y calentarlo en otro tipo de recipiente. Los restaurantes de comida rápida, por ejemplo, cambiaron sus recipientes de unicel por los de papel por, entre otros motivos, el tema de la dioxina.
Un último consejo importante ofrecido por el Doctor hace referencia a cómo envolver la comida. Dijo que se evitara el Kleen-Pack o Ega-Pack, conocido como plástico autoadherible en rollo, ya que los alimentos calientan el plástico y éste deja caer gotas de agua cargadas de dioxina, toxinas altamente venenosas que irán directas a nuestro estómago. Para evitarlo se recomienda el uso de papel absorbente en lugar de plástico.