Un nombre que usted debe conocer

Muere el físico Wheeler, el “padre” de los agujeros negros

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Wheeler, que falleció a consecuencia de una neumonía, estaba considerado como uno de los físicos teóricos más destacados del siglo XX en Estados Unidos. Nacido en 1911 en Jacksonville, Florida, Wheeler ejerció como profesor entre 1938 y 1976 en la Universidad de Princeton, Nueva Jersey. Trabajó con Albert Einstein y Niels Bohr y tuvo una gran influencia en el desarrollo de la teoría de la relatividad general. En 1939 elaboró junto con Bohr un modelo para explicar la fisión nuclear. Durante la Segunda Guerra Mundial se unió al Proyecto Manhattan para el desarrollo de la bomba atómica y continuó con el desarrollo de la bomba de hidrógeno.
 
A Wheeler se le conoce sobre todo por ser el creador del concepto «agujero negro», que inventó en 1967. Así se denomina en la teoría del desarrollo de los astros a los cuerpos negros que, según los conocimientos actuales, existen en el espacio. En torno a ellos la gravedad es tan fuerte que ni siquiera reflejan la luz. En 1973 publicó junto con dos colegas el libro de divulgación Gravitation, de casi 1. 300 páginas, que popularizó fenómenos muy complejos gracias a sus explicaciones muy claras y con humor.
 
¿La materia o Dios?
 
Después de jubilarse se hizo cargo de una cátedra en Texas, pero siempre estuvo vinculado con Princeton. "Si hay algo en la física con lo que me sienta más obligado que con ninguna otra cosa es con la idea de que todo encaja", declaró cierta vez.
 
Wheeler es uno de los principales difusores del llamado principio antrópico. En el Prefacio de su obra El principio cosmológico antrópico escribía: “No es únicamente que el hombre esté adaptado al universo. El universo está adaptado al hombre. ¿Podemos imaginar un universo en el cual una u otra de las constantes físicas fundamentales sin dimensiones se alterase en un pequeño porcentaje en uno u otro sentido? En tal universo el hombre nunca hubiera existido. Este es el punto central del principio antrópico. Según este principio, en el centro de toda la maquinaria y diseño del mundo subyace un factor dador-de-vida”.
 
Esta concepción ha tenido sus contactos con la corriente llamada “diseño inteligente”. No obstante, como explica Francisco Soler, no es posible deducir directamente un deísmo de las posiciones de Wheeler: “El ‘principio antrópico participativo’ (la versión de Wheeler) se encuentra cercano a la idea del diseño, pero Wheeler siempre estuvo abierto a explorar las diversas alternativas, algunas muy lejanas al diseño. Por ejemplo, uno de sus últimos colaboradores, Max Tegmark, trabaja en una versión tan extrema de la hipótesis del multiverso que no deje lugar alguno a la idea de un plan cósmico. Yo he estudiado con cierto detalle estos intentos, y sé que no funcionan. Pero Wheeler, hasta donde he sabido, nunca terminó por inclinarse de un lado u otro. Dejaba a la gente trabajar, y seguía todos los intentos con atención… lo que tampoco es mala actitud”.

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