Se ha extendido con fuerza en las últimas horas la voz y la información de un grupo civil de ciudadanos de Barcelona, que ante la excepcionalidad y situación límite que se vive en la comunidad autónoma catalana, han hecho pública una posición, que tiene un argumentario calcado al de Cataluña frente a España, pero en este caso, de Barcelona frente a Cataluña.
Medios nacionales como El Confidencial y La Gaceta han publicado en las últimas horas información respecto a este movimiento civil.
Según informa El Confidencial, afirman que son muchos, “más de 100 asociaciones y particulares”, que son una marea creciente, y que ya “es hora de salir del armario”. Son los miembros “secretos” de la Plataforma per l’Autonomía de Barcelona. “La semana que viene tendremos cara y ojos y este movimiento va a mostrar toda su fuerza”, explican sus promotores, que barajan la idea de abandonar Cataluña junto a Tarragona y pedir su ingreso en España como una nueva autonomía de nombre “Tabarnia”.
En concreto, y con el nombre de Tabarnia, se presentan públicamente con este mensaje:
«Tabarnia es una región española históricamente conocida como Laietania y más tarde como el Condado de Barcelona. Por el momento forma parte de la Comunidad Autónoma de Cataluña, pero aspira a recuperar su autogobierno y formar su propia Comunidad Autónoma.
»Nuestra región se diferencia de Cataluña en casi todos los aspectos: sociales (somos más cosmopolitas y abiertos), lingüísticos (somos orgullosamente bilingües), prósperos (prácticamente el área metropolitana de Barcelona mantiene “al resto” de Cataluña) y culturales (estamos intensamente conectados al resto de España).
»Actualmente el voto de un ciudadano de Lérida cuenta como el de tres barceloneses. Barcelona debería tener 20 diputados más y el separatismo sería minoría en la Generalitat. Por eso y porque nos sentimos maltratados por Cataluña queremos recuperar nuestra autonomía.
»¡Basta de utilizarnos como un banco! ¡Basta de multas lingüísticas! ¡Basta de separatismo! ¡Tabarnia lliure!»
Afirman que al igual que muchos independentistas catalanes argumentan que contribuyen a sostener económicamente a otros ciudadanos españoles de regiones más pobres, como Andalucía y Extremadura, la ciudad de Barcelona, y también el corazón de Tarragona, sostienen a la Cataluña rural, de payeses, que además no tienen la misma visión integradora y cosmopolita del mundo que tienen los barceloneses.
Insisten en pertenecer «A la Barcelona cosmopolita y abierta frente a la Cataluña profunda y cerrada que está obsesionada con la identidad».
Entienden que los mismos argumentos que esgrime el Gobierno de la Generalitat para efectuar una declaración unilateral de independencia respecto a España, les faculta a ellos para hacerla de Barcelona respecto a Cataluña.