El senador de ERC y ex juez Santiago Vidal, suspendido de la carrera judicial por participar en la redacción de una ‘constitución catalana’, vuelve a la carga. En un vídeo publicado en la web Dolça Catalunya en el que se recogen diversas intervenciones del político independentista, éste explica cómo se puede llegar a la declaración unilateral de independencia. En un vídeo delirante, pero en el que, sin embargo, Vidal revela algunas cuestiones en relación con el 1-O, el ex juez afirma que hay 19 equipos de expertos trabajando “bajo la coordinación del ex vicepresidente del Tribunal Constitucional Carles Viver Pi Sunyer”, para lograr la independencia de Cataluña.
Además, sostiene, se habrían camuflado “casi 400 millones de euros” en diversas partidas presupuestarias “destinados a la celebración del referéndum”, así como a la creación de la necesaria “estructura estatal” catalana.
En el mismo vídeo, que corre desde hace unos días como la pólvora en diversas redes sociales, Vidal afirma en una conferencia que el gobierno de la Generalitat de Cataluña tiene los “datos fiscales de todos”. No se queda ahí. Vidal afirma que dichos datos, protegidos por la LOPD, se habrían utilizado para confeccionar el censo electoral del pasado 1 de octubre. “Estáis todos fichados”, llega a presumir.
El delirio llega a su máxima expresión en el momento en que se puede ver en el vídeo como Santiago Vidal cuenta que tienen comprometida “la palabra de 31 Estados” que apoyarían la declaración unilateral de independencia, algo que la realidad ya se ha encargado de desmentir.
Vidal, además, afirma que los independentistas saben con certeza, qué jueces, fiscales, inspectores de Hacienda, se irían a España y cuáles “comparten los sueños e ideales” de los independentistas. Los funcionarios del Estado que se quieran quedar en la ‘república catalana’, sostiene, no solo deberán acreditar un nivel C de catalán y firmar un compromiso “firme y serio” con el nuevo Estado, sino que, al modo y manera de las dictaduras, deberán contar “con un informe favorable” de alguna entidad a la que “aún no hemos puesto el título exacto”, pero que será como “una comisión de evaluación”.
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